Hemos expuesto breves pero profundas reflexiones acerca del ego, sus relaciones con el sentimiento primigenio de impotencia, sus interferencias para el crecimiento, sus manipulaciones para retener en esclavitud a la persona, su debilidad esencial con apariencia de poder, los miedos y deseos que se derivan de sus dictados, entre otras importantes cuestiones.
Sería bueno tomarse el tiempo y dedicarse a recopilar, ordenar, leer, estudiar, repasar, analizar, interiorizar el profuso material disponible de forma libre y gratuita para quien desee obtener buenos resultados para su vida.
Brindará una mejor manera de vivir, mayor plenitud, apertura al goce de la bendición constante que recae sobre ti, concordia con el prójimo, un camino seguro para la buena vida.
Está a tu alcance, no es un misterio ni un secreto oculto, no es necesario tomar clases previas para creer que se comprende milenario misticismo, no es obligatorio pagar sesiones con altisonantes gurúes, ni rebajarse a ser miembro de sectas extrañamente carismáticas.
Por el contrario, es simple, es claro, es cierto, está a tu alcance de forma libre y gratuita en este sitio que es tu hogar.
Solamente debes hacer tu pequeña pero imprescindible parte.
Despojarte por un ratito de las cadenas y máscaras que el EGO te ha regalado, para permitirte tomar un camino mejor para tu existencia aquí y en la eternidad.
Te lo ofrezco gratuitamente, amablemente, aunque sé que el 99% de los lectores pasarán de largo, sedientos de palabrerías místicas, hambrientos de rituales complejos, desesperados por disfraces de espiritualismo, ansiosos por ser sometidos al mando de algún líder iluminado del cual depender, afanosos por sentirse miserables en sintonía con tu sentimiento primitivo de impotencia.
Desde hace milenios la respuesta está al alcance de quien quiera obtenerla, pero la gente empedernidamente recurre a magia, superstición, irracionalidad, religión, sectas, extremismos, violencia, impudicia, esclavitud, orgullo, lemas, emblemas… corren detrás de fantasías para dejar de ser libres, porque aman el sometimiento al EGO, al que sienten como un poderoso señor, un tirano malvado pero al mismo tiempo seguro resguardo de un mal peor…
Así sigue siendo la vida de la mayoría de las personas, ¿quizás es tu caso también?
Conozco a tanta buena gente que vio la luz, probó un poquito de libertad para salir huyendo a religiones, sectas, extremismos, cabalismos, fanatismos, filosofías, adoración de personalidades y otras formas de vivir la vida sin vivirla.
Es el común denominador de los que siguen aferrados al EGO, maquillado de tal o cual manera, porque siguen siendo víctimas de su sentimiento original de impotencia.
Se sienten profundamente impotentes, a un nivel aterrador, en un estrato en el cual las palabras no existen sino solamente la ebullición maremótica del pavor de la impotencia.
La libertad es un imposible, la responsabilidad un repudio, el anhelo es cobijarse en pequeñitas celdas mentales, bajo el mando de supuestos poderosos líderes (con el título real o imaginario que usen), en la imperiosa necesidad –casi fisiológica- de estar apoyados en bastones tóxicos, sumergidos en clanes que aparentemente los protegerán de ese infierno llamado impotencia.
Ejemplos sobran, si tú tienes conciencia y conocimiento podrás descubrir bien pronto que FULVIDA no tiene el éxito arrollador de grupitos y sectitas, pues no actúa desde la manipulación y el caos, no se aprovecha de la indefensión, no hace fiesta al EGO, sino que muestra la senda antigua con palabras modernas, senda que solamente unos escasos leales han sabido transitar con fidelidad desde los orígenes de la humanidad. El resto, antaño como ahora, prefirió los ídolos, los magnates, los príncipes, los títulos, los “sabios”, los que se disfrazan vistosamente para vender sus productos definidos como elixires espirituales… no es error de FULVIDA (aunque ciertamente los cometemos, y muchos), sino la propensión humana de someterse al EGO lo que nos imposibilita crecer y expandirnos y ayudar a más y más gente a la hora de ser libres, leales, completos, en gozo de verdadera dicha, receptáculos de la bendición constante que emana desde lo Alto para cada ser.
Cuando en el fondo te crees un títere, vives como uno.
La mayoría de las personas, desde el inicio de los tiempos, desde Eva diríamos sin temor a equivocarnos, han sucumbido a ser manipulados por las manecillas pordioseras del EGO con sus numerosos trucos y ropajes.
Eres tú quien debe preguntarse y responderse, pero con honesta sinceridad, aunque te duela, cuánto de títere eres.
Si relees lo expuesto podrás ver algunas evidencias que te ayudarán a la hora de responderte.
Pero te brindaré algunos datitos más.
Por lo general creemos que estamos haciendo bien las cosas, cuando en realidad estamos manipulando a diestra y siniestra a cualquiera que se nos ponga al frente, con tal de mantener la fantasía de exitismo a cualquier coste.
Cuando creemos que estamos siendo un desastre, que somos pobres víctimas del destino, de los otros, de la vida, de los padres, del moré, de esto y aquello y andamos paseando nuestros lamentos de un foro a otro, no hacemos más que manipular a diestra y siniestra a quien se ponga en frente.
Cuando creemos que nos llevamos bien con pareja, hijos, padres, amigos, compañeros, etc., pero solo basta un ligero movimiento, un gesto, una palabra para que con quienes conversamos se conviertan en potenciales contrincantes y allí comienza la esgrima verbal, la batalla continuada, el tremebundo manifiesto por internet de la maldad de quien osó desagradarnos queriendo o sin querer.
Todos los recursos valiosos del intelecto y de nuestras emociones se ponen en marcha de una forma como no lo haríamos para llegar temprano al trabajo o para hacer los deberes.
A pesar de su debilidad, el EGO es un arma demasiado potente, tanto que desde hace milenios le gana la batalla a los que portan el mensaje de la Luz…
Ciertamente, cuántos hechos graves se pudieran evitar aprendiendo desde niños estas reflexiones.
Dando a los hijos el buen pan del noajismo, si son noájidas; del judaísmo, si son judíos; proveyéndole de fuerzas, de reconocimiento, de respeto, de dignidad, de espacio para dudar y preguntar, de cariño, de comprensión, de bálsamo para las constantes sensaciones de inferioridad… cuánto de bueno se puede ir sembrando allí en donde el EGO de los niños aún no ha tomado completa posesión de la sagrada casa…
Y en la médula, la conciencia (que es más que el conocimiento, la prédica, el saber) que El Eterno es el dueño de todo y que nosotros somos simples depositarios de la manutención del mundo.
Nuestro poder está en Su poder.
Nuestra potencia en ser receptáculos puros para Su potencia.
Eres títere, si eso es lo que quieres de ti.
Confío en que quieres ser persona, con todo lo que conlleva, particularmente con el gozo de la bendición constante que está fluyendo para ti a cada momento.