«Entonces dijisteis: ‘He aquí, el Eterno nuestro Elohim nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego. En este día hemos visto que Elokim habla al hombre, y que éste puede quedar vivo.
Pero, ¿por qué hemos de morir, ya que este gran fuego nos consumirá? Si volvemos a oír la voz del Eterno nuestro Elohim, moriremos.
Porque, ¿quién es el ser humano para que oiga, como nosotros, la voz del Elohim vivo que habla de en medio del fuego, y aún viva?»
(Devarim / Deuteronomio 5:21-23)
Un fuego devorador es la NESHAMÁ (espíritu, chispa de esencia Divina en el hombre), por ello está contenida en un punto diminuto, apenas perceptible, mientras estamos en Este Mundo.
Solamente Moshé Rabeinu alcanzó ese nivel de conciencia que le permitió conversar “cara a cara” con el Eterno, lo cual le llevó a un estado de existencia alterada en el plano físico:
«Aconteció que al descender Moshé [Moisés] del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, mientras descendía del monte, Moshé [Moisés] no sabía que la piel de su cara resplandecía por haber estado hablando con Elohim.
Aarón y todos los Hijos de Israel miraron a Moshé [Moisés], y he aquí que la piel de su cara era resplandeciente, y temieron acercarse a él.»
(Shemot / Éxodo 34:29-30)
El Creador en su infinita Sabiduría y Bondad puso un velo a la NESHAMÁ, para que alcancemos a percibirla tenuemente, sin que nos perjudique nuestro pasaje terrenal.
Al respecto, por ejemplo:
«hay un Elohim en los cielos, quien revela los misterios. «
(Daniel / Daniel 2:28)
Y:
«Así, nada hará el Señor Elohim sin revelar su secreto a sus siervos los profetas.»
(Amos / Amós 3:7)
Al mismo tiempo, el escondido tesoro que es nos impulsa éticamente, al Bien, pero con la oportunidad de ejercer un real libre albedrío. Porque, de estar plenamente conscientes de la NESHAMÁ, no tendríamos chance de pecar, ya que, ¿quién se atrevería a desviarse de la senda sagrada sabiendo sin dudas de la realidad de la NESHAMÁ, y por tanto del Creador?
Tal el significado profundo de:
«Todo lo hizo hermoso en su tiempo; también ha puesto un universo [velado] en el corazón de ellos, de modo que el hombre no alcanza a comprender la obra que Elohim ha hecho desde el principio hasta el fin.»
(Kohelet / Predicador 3:11)
Es así que el fuego devorador se apacigua para ser LUZ. de plenitud, de vida, de consciencia cósmica perfecta.
La LUZ que alumbra sin agredir ni enceguecer.
Como dijo el inspirado sabio:
«Lámpara del Eterno es el espíritu del hombre, la cual escudriña lo más recóndito del ser.»
(Mishlei / Proverbios 20:27)
Cuando vivimos construyendo SHALOM, con acciones (pensamiento/palabra/actos) de bondad Y justicia,
estamos viviendo éticamente,
por tanto, configurando nuestro ser terrenal para que sincronice con nuestro ser espiritual,
el Yo Vivido representando al Yo Esencial.
Así revelamos la LUZ, la dispersamos por el entorno, alumbramos a otros para que encuentren su propio camino para des-tapar su LUZ.
Estudiemos la ciencia de la Cabalá, la verdadera, (la que nos aparta de amuletos, adivinaciones, supersticiones, paparruchas)
para comprender mejor los mecanismos y estructuras,
de modo de asumir con perfección nuestro sitial en la Creación.
Para resumir:
אוֹר־צַדִּיקִ֥ים יִשְׂמָ֑ח
וְנֵ֖ר רְשָׁעִ֣ים יִדְעָֽךְ׃«La luz de los justos brilla con dicha, pero la lámpara de los impíos se apagará.»
(Mishlei / Proverbios 13:9)