Mauricio81 nos consulta:
Maestro: Es lo mismo ser feliz y estar alegre? que diferencias existen entre ambas, puesto que siempre pense que eran sinónimos? Una es mejor que otra? Se puede estar alegre sin ser feliz?
Mauricio martinez, 29 años, bodeguero, guatemala
Buen día, le damos una calurosa bienvenida y agradecemos que participe activamente en la construcción de Shalom.
Ante todo, no es simple esta respuesta, pues tanto en el idioma de la Creación y la Santa Tradición (hebreo) como en nuestro querido español/castellano existen varias voces para referir a idénticas o similares expresiones de alegría.
Según el Midrash Shir HaShirim (1:4), en el hebreo clásico hay diez expresiones para tal concepto ((Nótese la importancia de la alegría para el pueblo judío, a pesar de tanta desgracia y dolor que ha padecido, no ha dejado de reír y crecer)).
Quizás la evolución del idioma haya añadido aún más voces a la alegría, dicha, gozo, placer, felicidad, alborozo, gracia, risa, alegría, jocosidad, regocijo, júbilo, exultación, en fin… muchas, por lo que quizás la asistencia de un experto en lenguas y Tradición nos serviría para hallar más claridad y precisión.
Como no es el caso de quien ahora responde, este humilde maestro, me veré forzado a ser limitado, sin por ello defraudar al lector.
(Por ahora, usaré alegría para todo caso, luego veremos una pequeña distinción, que puede compartir o no).
Tratemos de hacer una pequeña lista:
- La alegría que nace del interior y allí se siente, sin ser efecto de acciones ni de hechos externos.
- La alegría que nace de obrar correctamente (Mishlei / Proverbios 21:15).
- La alegría por disfrutar de placeres mundanos permitidos (Devarim / Deuternonomio 26:11).
- La alegría por descubrir lo que estaba oculto y es apropiado (Tehilim / Salmos 97:11).
- La alegría por recibir un bien del Eterno (Ieshaia / Isaías 25:9).
- La alegría de pensar/hablar/actuar con sentido (Tehilim / Salmos 84:6-7).
- La alegría de ir por la buena senda y vencer las dificultades (Tehilim / Salmos 126:6).
- La alegría de confiar plenamente en el Eterno (Devarim / Deuteronomio 16:14).
- La alegría –falsa y- pasajera, que es una risotada que puede culminar en pesar (Mishlei / Proverbios 14:13).
- La alegría –falsa- de dar rienda a la pasión en cualquiera de sus expresiones (Hoshea / Oseas 9:1).
- La alegría –falsa- de creerse dueño del mundo y abjurar de lo bueno y justo (Devarim/Deuteronomio 28:47).
Podríamos seguir haciendo esta “síntesis”, pero añadiríamos numerosos ítems más, ¿hasta el infinito y más allá?
Cada una de estas alegrías –permitidas- tiene su finalidad, su tiempo, su razón de ser no constituyéndose ninguna en mejor que la otra.
El placer del cuerpo es válido, provechoso, de bendición.
El bienestar por ayudar al prójimo también.
El regocijo por triunfar por sobre factores antagónicos (enemigos, problemas, obstáculos, demoras, enfermedades, etc.) es bueno.
El gozo del encuentro, del reencuentro, de la novedad agradable es satisfactorio.
El alumbrar de ojos por descubrir un hecho oculto, es dulce (Mishlei / Proverbios 15:30).
El actuar acorde al Eterno y percibir un deleite interno es fabuloso.
Y así podemos continuar en el elogio de la emoción alegre en sus diversas variantes.
Como su pregunta se originó en el consejo que se abre haciendo clic aquí, en donde se habla de sincera alegría y felicidad como dos elementos diferentes, permítame darle una idea al respecto.
Allí use la expresión sincera alegría para dar a entender el sentimiento grato y vivo producido por un motivo placentero, especialmente a raíz de una acción acorde con la construcción de Shalom.
Y felicidad como representando el estado de ánimo del que disfruta de lo que desea.
El primero es por causa de dar, el segundo por recibir.
Este texto de reciente autoría también puede servirnos para seguir pensando juntos: http://fulvida.com/id-noajica/costumbres/vivir-con-alegria .
Como sea, el EGO con sus defectos e imposiciones es el mayor obstáculo en el gozo del placer, la alegría, la felicidad, la libertad, lo bueno, etc..
Al domesticar al EGO la persona adquiere capacidades innatas para su perfeccionamiento en todas las áreas ((Sí, dije adquiere lo que es innato. Piénsalo.)).
Recomiendo la lectura del texto que se abre haciendo clic aquí y este otro también. Aconsejo además hacer una búsqueda exhaustiva con nuestro buscador integrado a la página, tomarse tiempo para leer y aprender y de paso comentar y ayudarnos a encontrar otros artículos ya publicados que nos aprovechen a todos.
Que sepamos construir Shalom.
Moré Yehuda Ribco
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Añadido:
Un gran intérprete de las sagradas escrituras del pueblo judío (lo que se llama TANAJ, o algunos denominan erróneamente Antiguo Testamento).
MaLBiM, en Ieshaia/Isaías 35:1 ((“El desierto y el lugar desolado se alegrarán, Y se regocijará el Arabá y florecerá; Como el azafrán.”)) compara algunos de los verbos que connotan alegría:
"Hay una diferencia entre Simjá, Sasón, y Guil.
Sasón se refiere a las acciones exteriores que se hacen para expresar alegría, como tocar un tambor, un arpa, bailar, etc.
Simjá y Guil son los sentimientos internos.
Simjá se refiere a la emoción positiva extendida, sin interrupciones.
Guil connota la emoción que surge de algo nuevo y fresco, por ejemplo, cuando uno encuentra un objeto perdido o recibe una buena noticia. "
En tanto en la legislación judaica se mencionan tres de los tipos de alegría Oneg, Simjá y Sasón.
Oneg aparece generalmente en relación con el sábado.
Simjá está ligada con la celebración de días de fiesta.
Sasón está asociado con Purim, el Brit Milá (circuncisión religiosa), y una variedad de otros mandamientos de la Torá.
Veamos un poquito más.
En parte el Gaón de Vilna es quien nos muestra el camino.
Oneg: una sensación de regocijo que no se expresa hacia el exterior, una alegría interior que se percibe solamente en quien la siente.
Por ser la alegría propia del Shabat, implica un giro hacia el interior, a un plano superior, a una realidad perfecta, a un destello de eternidad, a un mundo en el que todo se ordena por Dios, en donde el hombre descansa de pretender controlar todo para afirmarse en su porción.
Con Oneg se siente dentro y eso favorece alcanzar una comprensión más profunda y más esencial de las cosas.
Simjá: La alegría se siente por la revelación de una idea que "desciende de lo alto", introduciéndose en la existencia cotidiana.
Esta alegría se acompaña de festines, bebida, cánticos, reuniones, factores materiales que conforman parte del bienestar que nos produce satisfacción y regocijo.
A través de este estado se conecta una persona consigo misma, con otros, con el Creador, pues no es una felicidad pasajera, risotada del momento, placer que defrauda, sino uno que impulsa hacia lo alto.
Sasón: es el encuentro de la dicha al desembarazarse de asuntos innecesarios y encontrar los que proveen de alegría.
Como en Purim, que se quitaron los disfraces de la asimilación que destinaba a la muerte y reencontraron los judíos su identidad.
Con en el Brit Milá (circuncisión ritual), en donde se quita una pequeña cubierta que “sobra”, para descubrir la alegría en liberarse de lo innecesario.
Sasón se siente después de que uno se libera de los elementos indeseables que se interponen en el camino de la alegría y vitalidad.
Esta explosión de alegría se manifiesta en acciones externas que demuestran el estado de mejora que se ha alcanzado.
Para dicho avance feliz, algo se ha padecido.