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Shavuot es una festividad importante en la tradición judía que conmemora el momento en que el pueblo judío recibió la Torá en el Monte Sinaí, hace más de 3300 años. Es un tiempo para reflexionar sobre nuestra conexión con la sabiduría divina y para celebrar la importancia de la ley y la ética en nuestras vidas.
Para que no sea solamente un día más, sino un motor de cambios positivos en nuestra existencia y en la de nuestro prójimo, y con ello provocar el mejoramiento de toda la humanidad.
Es un momento ideal para reflexionar sobre la situación actual del estado de Israel y para inspirarnos a trabajar por la paz y la justicia en la región. Como sabemos, Israel ha experimentado una gran cantidad de conflictos y tensiones en las últimas décadas y muchas personas han sufrido a causa de ello. Llueven a diario misiles sobre la población civil, porque desde las células terroristas de los llamados palestinos quieren adrede hacer daño a los inocentes, para luego ellos ponerse en papel de víctimas. Los malignos cómplices de la prensa comprada por poderosos intereses, así como los macabros antijudíos de toda cepa, se unen para que, junto a la inmensa ignorancia, acusen a los judíos e Israel de cosas que no son culpables.
En este Shavuot, es importante recordar los valores fundamentales de la Torá, como la justicia, la compasión y la humildad. Debemos recordar que todas las personas son iguales ante los ojos de Dios y que todos merecen ser tratados con respeto y dignidad. La justicia debe prevalecer y los culpables ser puestos en el banquillo de los acusados y recibir las justas sentencias, que se deberán cumplir. Es la única manera en la cual puede nacer y crecer la semilla de la paz.
Además, debemos esforzarnos por trabajar juntos para construir un futuro mejor para todos en la región. Esto significa comprometernos con el diálogo y la negociación, en lugar de recurrir a la violencia y la confrontación. También significa estar dispuestos a escuchar y aprender de las perspectivas de los demás, incluso si no estamos de acuerdo con ellas.
Y, para que el diálogo sea real y fructífero, debe de haber dura condena para los miserables asesinos, los terroristas, los yihadistas y otros energúmenos que odian al ser humano y a las reglas de Dios.
En este Shavuot, podemos inspirarnos en la sabiduría y la compasión de la Torá para trabajar por un futuro más pacífico y justo para el estado de Israel y para toda la región. Que esta festividad nos recuerde que para construir SHALOM no basta con ser mansos y ceder, soportar y ser golpeados injustamente, sino que el poder y la vara de la justicia deben estar a pleno, para que en nuestras vidas haya paz.
Quiera Dios que todos sean inspirados a trabajar juntos por un mundo mejor para todos.
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