¿Dónde debiera estar puesta tu atención y esfuerzo en la educación formal de tus hijos?
¿En alentarlos para que obtengan mayores calificaciones; o en que realmente aprendan?
Cierta es la excusa habitual: en el mundo actual pareciera valer mucho más la nota que el conocimiento.
¿Habrá que cambiar algo, entonces?
Y, ¿alguna vez no entran en conflicto ambas metas?