El Eterno nos ha dado a cada cual una misión particular, que nos es única, propia, personal.
Así mismo, nos ha dado una identidad espiritual, una esencia que nos vincula con nuestra raíz espiritual nacional.
De esta manera tenemos a los gentiles o noájidas y a los judíos, ambos grupos igualmente imprescindibles, amados por Dios, necesarios únicos en sus cualidades.
Cada uno de los dos grupos ha sido provisto de caminos virtualmente paralelos, que llevan con diligencia y verdad al abrazo fraternal con el Padre celestial.
El saber esto, el hecho de tenerlo interiorizado, permite a la persona sentise única, especial querida, llena de vida.
Avancemos juntos pues, para construir shalom, de acuerdo a nuestras esencias y potencialidades.
maestro yehuda cada vez que eh entrado a su web descubro grandes consejos para vivir bien, solo le escribo para agradecer por su exelente trabajo.