Éxodo Noajida

“Desde la alegría más intensa, hasta el dolor más profundo, es temporal. El trascurrir del tiempo disipa tanto la alegría como el dolor de la memoria. Lo único eterno es la actitud humana ante la alegría y el dolor”

¡Listo!.. Te diste cuenta que la religión en la que creciste, creíste y practicaste durante años era una falsedad; concluiste, además, que el mesianismo, efraismo, netzarismo y todas sus locas teorías de tribus perdidas, de apellidos con “z”, del hebraísmo apostólico, de yesua, etc, son igual de disparatadas, y solo comparables a cuanta teoría de conspiración se puede leer en internet.

Te felicitas a ti mismo, otros te felicitan, y empiezas a disfrutar tu nueva vida de persona noajida “monoteísta”; porque, eso sí, no abandonas el concepto “dios” porque encuentras que no riñe tu propio concepto, o la idea “dios”, con las Leyes Noajidas.

Pero un buen día te topas con un noajida respetuoso de las leyes noajidas pero no creyente como yo, o con un buen libro que no solamente rechaza la religión sino que además duda de la posible o probable existencia divina, y empiezas a dudar. “¿Y por qué no?” – piensas – “si estaba equivocado en el tema religioso, también podría estarlo en el tema del concepto y la idea de dios”

Y te llenas de pánico, porque ahora miras a esa horrible Nada y al horrible Sinsentido darte la bienvenida cuando cavilas en la vida, o en la vida después de esta vida. Te esmeras en buscar pruebas y respuestas; preguntas a otros y a ti mismo, pero no encuentras ni seguridad ni nada concluyente. Sientes como se vacía tu existencia por no encontrar ninguna evidencia que afirme tu creencia.

Pero sucede algo importante que empiezas a notar: como ya no crees en el concepto que tenías, la acción de construcción de shalom empieza a tener otro significado más amplio. Si bien no sabes si es la Negra Nada y el Sinsentido lo que te aguarda, empiezas amar la vida construyendo puentes para que ésta se estructure, porque comprendes que el tiempo de vida es incalculablemente valioso.

Decides estudiar, conversar, compartir ideas, ayudar, conciliar, respetar a todos y a todo, participar, construir, aportar; a ser solidario con el dolor de otros, con sus necesidades y con su proyectos, valoras a tus mascotas y a las de los demás, te decides a experimentar los placeres permitidos sin prejuicios, a gastar el dinero ganado en cosas provechosas y en compartirlo con los que dependen de ti; te involucras en actividades altruistas o comunales, entre varios etcéteras, todo porque sabes que si no lo haces tú, no ayudas tú, no aportas tú, nadie más lo hará.

Te convences de que toda circunstancia que te acontece, y que acontece alrededor, es temporal; lo que marca la diferencia es la actitud del hombre entre el acontecimiento bueno o malo. Sabes que una buena actitud siempre, pero siempre, defenderá la vida y lo vivo, y decides que ese será el valor supremo que regirá tu vida, porque más allá es la horrible nada lo que posiblemente te espera, y decides declararle la guerra eternizando actitudes biofílicas.

¡Listo!.. Te liberaste del concepto, la creencia y la idea que tenías, y miras en panorama, como un hombre libre de la religión, caminando hacia lo desconocido.  

Y cuando nos topemos en ese camino desértico, nos sentiremos humanos hermanados no solo por la crisis existencial, sino también por la actitud que hemos asumido ante las circunstancias.

(En merito por mi querido amigo Efraín R.G. de bendita memora. Que su nombre, su vida, su imagen, su voz, sus acciones, sus luchas sean recordadas no solamente por su familia, sino que también por los que le quisimos a la distancia. Paz a sus restos y consuelo a su familia. ¡Hasta pronto amigo¡)