El otro día me encontré con esta frase colgada en el Muro de FB de una persona:
”Me pregunto; Porqué cerrarse a una sola posibilidad? Habiendo mil caminos que conducen al centro de la unicidad.”
Es muy bueno preguntar y preguntarse, claro que sí.
Es más, tengo la certeza de que las escuelas debieran tener programas extensivos para enseñar y entrenar a los niños y jóvenes en el arte de investigar, analizar, preguntar y no meramente responder o repetir lemas de memoria.
Ahora, ¿cómo se llaman las (aparentes) preguntas que uno hace para responder lo que ya uno se ha respondido previamente?
Creo que se denomina “pregunta capciosa”.
En una definición de diccionario leemos que es “capcioso”: “Se aplica a la pregunta o al razonamiento que se hace con habilidad para conseguir que el interlocutor dé una respuesta que pueda comprometerlo, o bien que favorezca los intereses del que la ha formulado.”
También podrías informarte en esta entrada de Wikipedia, para analizar a cuál aplicarías la pregunta del Muro: http://es.wikipedia.org/wiki/Falacia_de_las_muchas_preguntas
Y si tienes tiempo y muchas ganas de profundizar en el tema, te recomiendo: http://es.wikipedia.org/wiki/Falacia
La mayoría de las personas, tengo la impresión de que, no sabemos realmente preguntar.
Nuestros cuestionamientos son generalmente superficiales, faltos de amplitud, estrechos de mira, afirmaciones entre signos de interrogación, trampas al solitario para confirmar aquello que uno pretende aseverar, entre otras maneras de eludir la verdad, apartarse del estudio, negar los hechos todo para seguir bajo el dominio del EGO.
Es muy bueno preguntar, cuando se quiere atender a la respuesta que se encontrará.
Es muy bueno, cuando se pretende avanzar en conocimiento y verdad, y no meramente para aferrarse a la fantasía de preferencia.
Es muy bueno preguntar, cuando se pregunta y no cuando se disfrazan afirmaciones como interrogaciones.
Es muy bueno que cada día te tomes unos minutos para entrenarte en el arte/ciencia de formular preguntas con valor.
Puedes hacerlo sobre el asunto que desees, desde lo más banal hasta lo que consideres prioritario y fundamental, de ti depende lo que cuestionarás y cómo lo harás. No precisas dar respuestas, ni angustiarte por no encontrarlas, sino solamente ejercitarte en preguntar, ir afinando tu mirada, perfeccionando tu mente, aguzando tus sentidos, limpiando de disfraces tu Yo.
Ahora, en cuanto a la pregunta del Muro que te cité, ¿dónde está la falacia, la trampa?
Una de ellas es esconder dentro de la pregunta una afirmación dudosa, sino falsa directamente: “habiendo mil caminos, etc.”.
¿Realmente hay MIL caminos, MUCHOS caminos, que conducen al centro de la unicidad?
¿No habría que comenzar por preguntarse eso ante de cuestionar el por qué cerrarse a una sola posibilidad?
¿Es verdad que todos los caminos llevan al centro de la unicidad?
¿Hay modo satisfactorio de comprobarlo, que no repose en delirios, deseos, mitos, creencias populares?
Porque fácilmente alguno responderá: “Ah, pero todos los caminos conducen a Roma”… ¿es eso cierto? ¿Lo fue alguna vez? ¿Literal o figurado? Preguntas válidas que están para preservar la vida, para demoler las pamplinas del EGO.
Por supuesto que el buscador no se quedará con estas interrogantes, hay muchas más para formular.
Por ejemplo, ¿qué es el dichoso “centro de la unicidad”?
No tengo idea, entonces habría que investigar, ¿no te parece?
¿Será una manera indirecta de decir “Dios”?
No lo sé, aunque eso parece a la primera impresión.
Podríamos continuar el análisis, preguntando una y otra vez, pero hasta aquí es suficiente, al menos para mí por hoy.
Lo cierto es que quien pregunta lo que aparentemente pregunta, de hecho ya se está dando una respuesta: No, no te cierres a una sola posibilidad, si hay mil caminos y etc.
Entonces, ¿por qué no plantear el asunto como una afirmación directamente?
Interesante… pero es algo que quien expresó lo que expresó debiera preguntarse, con plena sinceridad, para encontrar alguna respuesta que no falsifique su existencia sino que quite la bota del EGO de sobre su alma.
Para finalizar, No, no hay mil caminos hacia Dios.
Esta el judaísmo para los judíos.
El noajismo para los gentiles.
¿Cómo me atrevo a afirmar algo tan categóricamente?
¿Acaso soy un fanático que pretendo imponer mis ideas porque sí?
No no soy un fanático… los fanáticos jamás te estimulan a pensar, a preguntar, a cuestionar todo, menos que menos a lo que ellos afirman…
Y me atrevo porque las evidencias ya las tienes publicadas aquí, en más de una oportunidad.
Te animo a que busques, que dejes de engañarte, que dejes de someterte al EGO.
¿Te atreverás a ser auténtico?