El relato y los antecedentes de la muerte de los hijos de Aarón (ocurrida en la parashá Sheminí) obtienen varias explicaciones de nuestros mefarshim de la Torá.
Nos gustaría mencionar entre los abundantes, los siguientes:
1. Según "Siftei Tzadik", y de acuerdo a lo expresado en la Torá, "Y ofrendaron delante de H’ un ‘fuego’ extraño, no ordenado por H’" (Vaikrá 10:1), Nadav y Aviu hicieron todo el procedimiento ritual del servicio dedicado a H’ de manera correcta, salvo un PEQUEÑO detalle: actuaron movidos por sus propias voluntades y no acatando órdenes divinas.
2. Por su parte RaSH"I nos asegura que no estaban en óptimas condiciones para el servicio divino, ya que "Borrachos entraron en el Mikdash"
3. Un Midrash aleja las causas del deceso del mismo momento de la tragedia, ya que afirma: "Nadav y Aviu murieron por no casarse".
4. Empero, otro Midrash nos pinta una semblanza para nada loable de estos dos hijos de Aarón, ya que explica: "Caminaban detrás de Moshé y Aarón y decían: ¿Cuándo morirán estos dos ancianos para que tu y yo seamos los líderes de este pueblo?"
Como es fácil de apreciar las explicaciones, los alegatos y los detalles que envuelven la muerte de los hijos de Aarón varían según el mefaresh o el Midrash; esto nos sirve como ejemplo de lo afirmado reiteradamente por nuestros jajamim:"shihivim panim laTorá" – "setenta rostros sobre la Torá", es decir, innumerables maneras de entender la Torá.
De las cuatro explicaciones escogidas, podemos notar que tienen algún punto de convergencia, es decir, que no son tan distintas una de otra, que de alguna forma intentan apuntar hacia una dirección similar.
¿Cuál podría ser?
Nos parece claro que es el tema de la obediencia a H’ y a sus leyes (mitzvot).
Tenemos a Nadav y Aviu en las siguientes actitudes: maledicientes; ambiciosos o codiciosos; ebrios; renuentes a formar una familia y preservar la existencia familiar, nacional y personal; de vida desordenada; desobedientes; burladores…
Quizás podríamos continuar, pero como muestra es suficiente.
Pero, podríamos decir: Está bien, no eran maravillosas personas, pecaban, quizás delinquían, no eran dos modelos a seguir, peor, ¿por eso merecían morir?
Obviamente que lo que H’ hace o deja de hacer, nosotros no podemos entenderlo verdaderamente, aunque en esta oportunidad parece un poco más factible de explicar. Para lo cual recurriremos al pasuk 17 del perek 16: "Vejiper baado ubead beito ubead col keal Israel" – "Y expiará para sí mismo y para su familia y para toda la comunidad de Israel". En este pasuk se explica el procedimiento que debía seguir el cohen para limpiar, corregir las faltas cometidas.
Uno de los grandes maestros del Musar (Moral), advirtiendo el orden de las palabras, solía decir: "Qué tontos son aquellos Askanei Tzibur (activistas comunitarios) que no so preocupan ante todo en corregir sus propias faltas y las faltas de su familia misma, mientras que al mismo tiempo quieren corregir a toda la comunidad. Un activismo de este tipo nunca podrá tener éxito. Antes de todo una persona debe estar enfrascada en corregir, (como menciona la Torá en esta parashá) "baado uvead beito" – "a sí mismo y a su familia", y solo así podrá también estar "ubead col keal Israel" (para toda la comunidad de Israel). En caso de no ser de esta forma es claro y natural que su (negativo) comportamiento sea un ejemplo equivocado y mal interpretado la comunidad"…
Está claro, es obligación de todos comportarnos de acuerdo a las sabias Leyes dictadas por H’, y hacer lo bueno en nuestras vidas. Pero, es doble obligación de los que están (socialmente) por encima. Ya que ellos son el ejemplo, el modelo que los otros pueden apreciar para continuar e imitar.
Es ésta, quizás, la razón para el castigo tan drástico contra Nadav y Aviu: ellos podían servir como pésimo ejemplo para todo el pueblo; por lo cual, el correctivo no venía solamente a pungir, sino que también a preservar las vidas del resto de la comunidad.
Quizás por esto también es que inmediatamente después de la muerte de sus hijos, Aarón HaCohen guardó silencio: ¿había comprendido que sus propios hijos eran un mal ejemplo, quizás, por haber tenido malos ejemplos ellos antes?
Y la Torá bien enseña esta semana: "Sean santos, porque Yo H’ soy santo".
Puntos sobresalientes de la parashá Ajarei Mot
Luego de la defunción de dos de los hijos de Aarón, el sumo sacerdote, H’ le ordena a los cohanim que sean en extremo cuidadosos en todo lo que se refiere a sus actividades y procedimientos que deban desempeñar, en especial en lo referido al Mishkán.
Luego continúa con las prescripciones para Iom Kippur, cuando el Cohen Gadol debía vestir sus ropas especiales y tras realizar ciertas preparaciones y meditaciones, debía entrar, por única vez en el año, al Kodesh HaKodashim, la parte más sagrada del Mishkán. Es su deber, también, ofrecer las ofrendas particulares para Iom Kippur, las que incluyen las dos cabras idénticas, una de las cuales al azar es designada "para H’", es decir que será ofrendada como sacrificio en el Templo, mientras que la otra cabra queda "para Azazel", para ser lanzada desde un despeñadero en el desierto.
Así mismo la Torá enumera alguna de las obligaciones del individuo en Iom Kippur, tal como lo nombra la Torá: el décimo día del séptimo mes, uno debe abstenerse de comer y tomar, untarse con aceite, calzar zapatos de cuero, lavarse y tener relaciones maritales.
Puntos sobresalientes de la parashá Kedoshim
Nos ordena la Torá que seamos santos, tal como H’ lo es. Para lo cual cada integrante del pueblo de Israel debe cumplir los mandamientos. Se prohibe: la idolatría, comer de las ofrendas después del tiempo límite, robar, engañar, jurar en falso, retener propiedad ajena, retrasarse en el pago a los empleados, aborrecer o maldecir a otro judío, los chismes, poner un obstáculo frente a un impedido, no hacer lo justo, no ayudar al que peligra, avergonzar, vengarse, guardar rencor, mezclar distintas especies, vestir ropas de lino y lana juntos, cosechar un árbol durante sus tres primeros años, embriagarse, la brujería, afeitarse el cabello en redondo, tatuarse.
Las mitzvot positivas son: venerar a los padres y respetar el Shabbat, dejar parte de la cosecha para los pobres, amar al prójimo como a sí mismo, comer frutas de un árbol en su cuarto año en Ierushalaim, respetar el Bet Hamikdash, respetar a los sabios, ayudar a los impedidos. Mantener una vida familiar santificada por la Torá. Se reitera el tema de kashrut.
Queda como advertencia el no seguir los pasos de los idólatras, pues de así hacerlo se corre el riesgo de perder la Tierra de Israel. Es obligación hacer todo esto, para mantener la condición de santidad, es decir, de separado y particular.