Cuando admites tu impotencia
y conoces tus límites,
estás admitiendo tu poder
y tu conexión con el Todopoderoso.
Es lo que en la Sacra Tradición se llama “ser humilde”.
Espiritualidad con sentido y sin etiquetas
Cuando admites tu impotencia
y conoces tus límites,
estás admitiendo tu poder
y tu conexión con el Todopoderoso.
Es lo que en la Sacra Tradición se llama “ser humilde”.
Total, esa es la gran clave: saber que uno no controla nada y que lo máximo que podemos hacer es saber decidir dónde, cuando y con quien se debe estar
pero uno si controla, un poquito, pero ese poquito hay q hacerlo valer