Ya corriste,
te estresaste,
te enojaste,
te amargaste,
te peleaste,
aborreciste,
gritaste,
lloraste,
maldijiste,
culpaste,
recriminaste,
diste excusas,
ofendiste,
pretendiste manipular a Dios así como al prójimo,
ya hiciste eso y muchas cosas oscuras más,
poniendo una mancha sobre otra alrededor de la LUZ (energía de vida) de la NESHAMÁ (espíritu) y tu experiencia.
Es hora de hacer algo diferente,
¿no crees?