En este mundo somos limitados, aunque nuestro núcleo esté unido al infinito.
En la realidad de las limitaciones, estamos a merced de los acontecimientos, la impotencia es una constante, mayor o menor.
Por ello, ¡qué mejor que estar feliz ahora, sin por ello arriesgar tontamente la oportunidad del futuro!
Y, si las circunstancias no lo habilitan, al menos no permitas que la amargura triunfe, espera la luz del pronto amanecer.
                             Subscribe
                            
                        
                                            Please login to comment
                                
                        0 Comments                    
                                        
                    
                                                                        Oldest