No es por casualidad que estamos en este mundo.
Ni tampoco es una especie de prueba terrible que alguna deidad sádica disfruta de ponernos.
Ni tampoco es un valle de lágrimas que debemos recorrer sufriendo y aguantando.
Te recomiendo que sigas la lectura aquí: https://belev.me/2018/08/17/el-vehculo-de-la-santidad/