«Vence de cualquier manera siempre y cuando puedas salirte con la tuya. Los buenos chicos siempre terminan últimos.» Esta es una frase del famoso entrenador y jugador de béisbol estadounidense Leo Durocher. Sin embargo, esta mentalidad de «ganar a toda costa» va en contra de los principios de la espiritualidad.
En ella se nos revela que el objetivo de la vida no es simplemente ganar, sino crecer y aprender en nuestro camino hacia la iluminación. Es cierto que a veces la vida puede ser competitiva y es importante tener éxito, pero no a costa de nuestros valores y principios. El judaísmo, y con él el noajismo, nos enseña a ser justos, honestos y considerados con los demás. Porque la única opción es construir SHALOM, con pensamientos, palabras y acciones que balanceen armoniosamente la bondad con la justicia.
Leo Durocher fue un jugador de béisbol y entrenador que se destacó por su enfoque en la victoria a toda costa. Aunque tuvo éxito en su carrera, su filosofía ha sido criticada por muchos como egoísta y poco ética. Es importante recordar que el éxito no se mide especialmente en términos de logros materiales, sino primeramente en términos de cómo afectamos a las personas y al mundo que nos rodea.
El rabino Ury Sherky dijo una vez: «El éxito no se mide por la cantidad de victorias que tienes, sino por la cantidad de personas que inspiras«. Esta cita nos recuerda que el verdadero éxito se mide en términos de cómo podemos impactar positivamente a aquellos que nos rodean.
¡Cuánta diferencia entre un estilo de encarar la vida y el otro!
Así que, te invito a que busques la victoria con integridad y consideración por los demás. No te conformes con simplemente ganar, sino trata de ser una persona que inspira a los demás a alcanzar sus objetivos. En última instancia, nuestras acciones tienen el poder de influir en el mundo que nos rodea, así que asegurémonos de que nuestras acciones sean positivas y constructivas. ¡Vence con dignidad y compasión!
¡Construye SHALOM!
https://youtube.com/yehudaribco