Por desgracia solemos olvidar esta gran verdad: la guerra es para hacerla contra el enemigo, para no ser lastimado por él, para vencerlo, para encontrar algún modo de llegar a la paz (ya que no hubo caminos de entendimiento que lo permitieran anteriormente).
Sin embargo, nos dejamos llevar por la pereza mental, o por un Sistema de Creencias arruinado, o por la emoción fuera de control, o por algún otro factor que distorsiona nuestra conducta espiritual y terminamos agrediendo a una persona que no es, ni debiera ser tratada como, un enemigo.
Entonces surgen rencillas inapropiadas con el cónyuge, el hijo, el padre, el hermano, el socio, el amigo, el alumno, el maestro, el vecino y un largo etcétera.
Nos comportamos con el no-enemigo de una manera belicosa, directamente agresiva o pasivo agresiva, y terminamos haciendo lo que no aporta al bienestar de nadie.
Entonces, la enseñanza desde la Inteligencia Espiritual nos impulsa a tomar conciencia y guiarnos con nobleza.
No hagamos del amigo un enemigo.
https://youtube.com/yehudaribco