 Por ahí te hicieron creer que el libre es aquel que hace lo que se le antoja.
Por ahí te hicieron creer que el libre es aquel que hace lo que se le antoja.
Cuando en realidad la persona libre es aquella que decide de acuerdo a la orientación de su NESHAMÁ, es decir, su Yo Esencial (el espíritu).
Pero, para llegar a esta vida virtuosa, de ética  (y no moral ni hábitos  aposentados en el instinto), imprescindible la dedicación y el compromiso en cada una de las dimensiones que nos forma como seres humanos.
Entrenarnos para ser libres.
Afrontar la angustia que implica.
Sobreponernos al EGO y hasta convertirlo en lo que debe ser, nuestro aliado en el mejoramiento del mundo.
Tienes ante ti la propuesta de ser feliz, realmente; para lo cual habrás de ser libre.

Creo que así es, cuando somos capaces de sobreponernos el Ego, (específicamente a las respuestas automáticas, e instintivas que nos llevan a actuar en función de nuestros miedos, reales o imaginados) estamos a poco de cambiar el mundo, el nuestro ese personal que se entrelaza con el colectivo, sobreponernos entonces a nuestro Ego nos ayuda a expresarnos más auténticamente, reconociendo nuestro justo lugar y nuestras limitaciones,
Sin miedo al miedo, sin temor a fracasar, con la convicción de que aún en las limitaciones hay oportunidades, entonces somos felices por esas posibilidades reales que existen en nuestras manos.
Gracias querido moré!