por ¡Shalom!
Me resuena en la mente una frase de Jean Shinoda Bolen:
Cuando recuperas o descubres algo que nutre tu alma y te trae alegría, cuídate lo suficiente para hacer espacio para ello en tu vida.
Jean Shinoda Bolen es una autora y psiquiatra junguiana estadounidense que se enfoca en la conexión entre la psicología y la espiritualidad. Ella es conocida por su trabajo en el campo de la mitología y la simbología femenina, y ha escrito varios libros sobre temas relacionados con la psicología y la espiritualidad.
Este consejo de Bolen sobre cuidar lo suficiente de uno mismo para hacer espacio en la vida para lo que nos nutre y nos trae alegría se alinea con una enseñanza de Pirkei Avot, que dice: «Si no me preocupo por mí mismo, ¿quién lo hará por mí? Pero si sólo me preocupo por mí mismo, ¿quién soy yo? Y si no ahora, ¿cuándo?» (Pirkei Avot 1:14).
Este pasaje nos recuerda la importancia de cuidar de nosotros mismos, pero también nos advierte que no debemos ser egoístas y olvidarnos de los demás. Además, nos insta a actuar en el presente y no posponer el cuidado de nosotros mismos para otro momento.
Esto, a su vez, lo podemos vincular con ârashat Terumá, donde se pone de manifiesto la bondad intensa y genuina del pueblo judío, dispuesto a colaborar con la creción del Templo, participar de todo corazón en ello. Porque, al darle un lugar físico a los objetos de Dios, se está haciendo lugar a Dios en nuestras vidas y con ello estamos dando sentido a las mismas.
Con esto en mente, quiero compartir un mensaje de inspiración para mejorar nuestras vidas. A menudo, nos sentimos abrumados por las demandas de la vida diaria y nos olvidamos de hacer espacio para las cosas que nos nutren y nos hacen felices. Pero si seguimos el consejo de Bolen, y especialmente el que surge de nuestra tradición, y recordamos que cuidarnos a nosotros mismos es importante, podemos comenzar a hacer cambios positivos.
Un buen punto de partida es identificar las cosas que nos hacen felices y nos llenan de energía. Tal vez sea un pasatiempo creativo, una actividad al aire libre o pasar tiempo con amigos y familiares. Luego, podemos hacer espacio en nuestras vidas para estas cosas, incluso si eso significa hacer algunos ajustes en nuestra agenda.
Los judíos tenemos el bendito don semanal del día de Shabat, un tiempo para vivir de manera diferente a lo cotidiana, para tener una isla en medio del tormentoso mar ajetreado.
Recuerda que cuidarte a ti mismo no es egoísta, es esencial para tu bienestar físico, emocional y espiritual. Cuando nos damos cuenta de lo que nos nutre y nos trae alegría, podemos vivir una vida más plena y satisfactoria. Así que toma un momento para reflexionar sobre lo que te hace feliz y haz espacio para ello en tu vida.
¡No te arrepentirás!
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