Herencia de vida

וָאֶתְחַנַּ֖ן

Vaetjanán («E imploró») es la segunda parashá del quinto tomo de la Torá, el sefer Devarim, conocido en español como «Deuteronomio». Señalemos algunos de sus temas:

Moshé ruega insistentemente al Eterno para que le permita ingresar a la Tierra de Israel, tan próxima y a la vez tan lejana. Deja entrever el anciano maestro que eso sería alcanzar en vida su máximo objetivo, al parecer algo más preciado que el diálogo fluido que mantenía con el Creador. Pero, la Sabiduría del Todopoderoso le tiene reservada otra realidad, observar la Tierra desde el Monte Pisgá sin ingresar físicamente a ella.

Al faltar Moshé en el liderazgo del pueblo, sería Iehoshúa el indicado para conducirlos a ocupar la patria e ir asentándose en ella. Este cambio era necesario, aunque resultara doloroso para Moshé.
A pesar de no obtener su preciado deseo, él sigue siendo leal al Eterno, por lo cual exhorta a los israelitas a que guarden fielmente los preceptos, pues, él afirma, es el camino para servir al Eterno. Con ello se siembra una buena semilla, que permite cosechar beneficios y bendición.
Parece contradictorio, ¿no?
Porque, el hombre que hizo muchísimos sacrificios para servir a Dios y que finalmente no alcanza sus máximas aspiraciones (entrar en Israel, que ingresara la generación anterior, conducir personalmente el asentamiento, heredar su liderazgo a sus hijos), sin embargo es el que con firmeza declara que los judíos sean cuidadosos en el cumplimiento de los mandamientos y que no los abandonen. Él dice que esa es la manera excelente para amar a Dios y al prójimo. Se reciba algún beneficio evidente o no.

Personalmente, me da muchísimo para reflexionar.
¿A ti?

Moshé repite que seamos un pueblo memorioso. Recordemos a Quien nos sacó de la esclavitud de Egipto, así como todas las numerosas veces que nos benefició en abundancia, o permitió que padeciéramos a causa de nuestras inapropiadas decisiones.
Esto no es para confundirnos con “la fe”, sino para mantener con vida el testimonio de hechos históricos, sucesos que acontecieron en nuestra familia y demuestran la Presencia de Dios en nuestras vidas. De acuerdo a Moshé no es necesaria “la fe”, sino la EMUNÁ, que es el entrenarse a través de la acción positiva, que incluye abstenerse de lo prohibido, cumplir lo permitido, estudiar y preservar lealmente las memorias que conforman la identidad de la Familia Judía.
Así, nos reitera la Revelación en Sinaí con el texto del Decálogo.
Además nos enseña el Shemá Israel, que es la afirmación categórica de la unicidad del Eterno, así como Su dominio eterno y universal. Debemos decirlo diariamente dos veces, como una clave para conectarnos con el Creador, con nuestra NESHAMÁ y con todo lo creado. Porque al comprender el mensaje de la unidad, estamos entendiendo el sentido último de la Torá.

Todo esto de acuerdo a lo que Moshé nos transmite en esta y otras parshiot del sefer Devarim.
¿Tú que opinas?
Tu opinión, ¿en qué se fundamenta?

A todo esto, si llegaste en tu lectura hasta aquí, ¿cuál es el beneficio que obtienes con su contenido?
Gracias

0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
8 Comments
Oldest
Newest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments
Delallel

Me ayuda a reflexionar. Sobre los momentos de tristezas y desgracias en la vida, que ocurren a causa de nuestros propios actos. Eso me cala profundamente en estos momentos.
Pero quiero seguir cada día nutriéndome, mientras pueda y así para ayudar a quienes amo, hasta el último suspiro.
Gracias Moré.

Shaul Ben Abraham

Siempre he admirado de Moshé, más que su humildad, más del hecho de que sea el mayor de los profetas, su profundo amor por am Israel, un amor, de esos que prefiere perder él con tal de que el otro avance

Shaul Ben Abraham

sí, me dejó pensando, al leer la parashát veetjanan, lo de las ciudades refugio, ¿no le tocó alguna vez huír de Mitzraim por esta causa y el no encontró una ciudad para él, salvo Madian? Moshé pensó en la gente que podía estar pasando por situaciones similares a la suya y buscó mejorar sus condiciones: eso también es ahabá

Shaul Ben Abraham

Pues a esas alturas Dios y Moshé están tan unidos que la mitzvá la dió ÉL y Moshé la implementó

0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x