Suele ocurrir que la IDISHE MAME es obsesiva con la alimentación de sus descendientes.
De hecho, es motivo de más de un chiste.
Por ejemplo, luego de haberle servido dos enormes platos de comida, que el hijo comió hasta el hartazgo físico, ella le quiere servir una tercera porción titánica, el hijo se rehúsa pues está más que pasado de la línea de estallar su estómago. Entonces ella gimoteando y victimizándose dice: “¡Qué! ¿Acaso no te gusta como cocino?”.
Por supuesto que detrás de esto se puede encontrar el trabajo del EGO, con su manipulación, sus juegos de impotencia/poder.
Creo que en otra oportunidad lo hemos trabajado, si no es así, avisadme para que lo escriba ni bien pueda.
Pero, hay también una verdad cabalística aún mucho más profunda, que compartiré un poco contigo ahora.
¿Qué es comer en la especie humana?
Aparte de un evento social, un encuentro cultural, una necesidad física/biológica, un juego de manejo de poderes; comer es elevar la creación.
Aquello que hasta hace un rato era un vegetal, o parte de un animal, o un hongo, o mineral, o lo que fuera, ahora se ha transformado en parte de tu organismo.
Por supuesto que te provee de materia y energía, como al resto de las criaturas heterótrofas.
Pero, cuando el alimento pasa a ser tú, la manzana ya no existe, ahora es tú; la res eres tú; el agua también eres tú.
¿Entiendes la tremenda importancia del asunto?
Por convertirse en tú, dejó sus nivel de existencia y se elevó hacia la cúspide de la creación, que es el ser humano.
Estás haciendo un gran trabajo como socio del Creador, al permitir que lo que consumes ascienda un peldaño por sobre su realidad natural.
Y puedes conseguir un mayor resultado, porque, si bendices correctamente, antes y después de la ingesta; con ese proceso estás modificando el alimento para liberar sus chispas de divinidad y hacerlas parte del torrente del cosmos.
Si con la energía del alimento realizas buenas acciones, estás glorificando la existencia de aquello que has consumido.
Entonces, en el alma de la idishe mame hay un llamado a redimir la naturaleza, a convertir este mundo en un hogar para la Divina Presencia.
Lo hacen trayendo hijos al mundo, educándolo, cuidándolos hasta lo imposible y pretendiendo alimentarlos más y más.
Por ello, la próxima vez que te encuentres con tu idishe mame, agradécele por sus múltiples esfuerzos, los que ella está consciente así como los que no.
Y agradece por lo que te alimenta, las almas que han dado su vida terrenal para permitir la tuya y así acompañarte hacia la existencia en la eternidad.
Y anda con cuidado, construyendo SHALOM, pues el EGO tiene sus recursos para camuflarse hasta de santidad.