La NESHAMÁ (espíritu) que somos quiere expresarse en nuestro vida terrenal.
Lo ideal sería que fuera a través de la sincronía del Yo Vivido con ella (el Yo Esencial).
Entonces, cada uno viviría consciente de los mandamientos que le corresponde cumplir (los gentiles los Siete Mandamientos para las Naciones, los judíos los apropiados dentro de los 613 de la Torá); además evitando las trampas del EGO; además desarrollando la mejor versión de uno mismo que fuera posible.
Es decir, la construcción de SHALOM por medio de pensamientos, palabras y acciones de bondad y justicia serían la constante.
Entonces, la ética (conducta espiritual) estaría plasmada en la moral (código de conducta social) y en cada instante de nuestra existencia terrenal.
Pero, la LUZ de la NESHAMÁ se encuentra bloqueada.
En principio por nuestra naturaleza terrenal, a lo que se le suma el EGO desplazado de su función que va formando diferentes máscaras u cáscaras que tapan esa irradiación sagrada y por tanto dejamos de ver nuestro verdadero rostro para quedarnos con fantasías que adoptamos como personalidad pero no deja de ser imperfecta imagen.
Igualmente, la pulsión de la NESHAMÁ no ceja en su intento de expresarse.
Por lo cual, la persona que se encuentra inconsciente, inculta y carente de instrumentos suele derivar en creencias, actitud y actos que saltan a la vista como contrarios a la vida espiritual.
Se llenan de religión, de ideologías, de conductas distorsivas, de fracaso tras fracaso y muchas veces con buenas intenciones; pero que igualmente no conducen hacia la revelación de la Divinidad en este mundo sino a Su ocultamiento.
Convierten a su EGO en su dios, aunque le llamen Elohim y digan que es el dios de Israel.
O con la multitud de falsos dioses, sea que adoren uno a varios.
Todo es lo mismo, religión, vanidad, EGO que tapa la LUZ espiritual.
No es casualidad que en la sacra Tradición se le diga a esto avodá zará, es decir, trabajo/adoración que es extraño.
Porque están desean adorar al Uno y Único, pero ni tienen idea de ello.
Y si lo supieran, tampoco sabrían como adorarLo de la manera adecuada.
Entonces, se pierden bajo el influjo del EGO.
Sí, la mayoría está perdida y andando en rumbos que los pierden aún más.
Pero lo hacen con buena intención, queriendo expresar a su NESHAMÁ, pero de una manera extraña, ajena.
¿Qué podemos hacer para mejorar esto?
Educarnos.
Aprender.
Desaparender.
Trabajar en ser conscientes.
Reconocer al EGO y dejar de actuar (pensamiento, palabra, acción) según su parecer.
Seguir haciendo el esfuerzo de materializar nuestro Yo Esencial en nuestro Yo Vivido.
Es posible, aunque somos impotentes.
Tenemos a nuestro alcance crecer cada día un poco más.
Aunque tropecemos y nos retrasemos a veces.
Con paciencia, dignidad, cariño, respeto, comprensión, humildad, cualidades que son indispensables para lograr construir un mejor mundo interno y externo.