por «Un pensamiento profundo solo existe en un corazón sano.»
Yehuda Ribco
Este pensamiento lo ideé el otro día, en un instante, cuando una persona me pidió una frase profunda para poner en sus redes sociales.
La intención es que muestre la importancia de cuidar nuestro corazón, tanto en el sentido de nuestra salud emocional como el órgano que nos bombea sangre, y con ello haciendo alusión a nuestro físico.
Porque, ambas cuestiones son indispensables para permitir el buen pensamiento, así como alcanzar una vida plena y significativa.
Sin dudas que, un corazón sano es esencial para poder tener pensamientos profundos y reflexiones significativas.
Como dijo el rabino Moshé ben Maimón, sabio entre los sabios, que vivió en la Edad Media: «El cuerpo es el templo del alma y la mente, y debe ser tratado con el debido cuidado y respeto«.
En otras palabras, si queremos tener una vida rica y significativa, debemos cuidar tanto nuestro cuerpo como nuestra salud emocional, lo que redunda en la salud de la mente.
Esto significa que debemos hacer un esfuerzo consciente por cuidar nuestra salud emocional, aprendiendo a manejar nuestras emociones de manera saludable y buscando ayuda profesional si es necesario.
Debemos también hacer un esfuerzo por cuidar nuestra salud física a través de una alimentación saludable, ejercicio regular y un estilo de vida activo acorde con nuestra edad y posibilidades.
Si restamos trascendencia al cuidado de nuestro corazón (cuerpo y emotividad), estamos poniendo en jaque la posibilidad de una vida plena y significativa.
Cuando llevamos el bienestar a todas nuestras dimensiones, es que podemos elaborar pensamientos profundos y reflexiones significativas que nos lleven a una vida más satisfactoria y gratificante.
¿Eso quiere decir que las personas aquejadas por enfermedad o dolencias físicas, y/ o emocionales, están impedidas de pensar y tener creatividad y genialidad mental?
Pues, hay ocasiones que desde el malestar se genera pensamiento genuino; pero, para el común de la gente, donde me encuentro yo, la degradación corporal, el sufrimiento emocional, y las penurias materiales obstaculizan el flujo del pensamiento genuino.
Tocaría hablar también del bienestar social y material, para de esa forma incluir otras dimensiones que hacen a nuestra multidimensionalidad, pero ya lo hemos hecho en otras oportunidades, por lo que te comparto uno de varios links: https://serjudio.com/exclusivo/cterapia/puntos-de-inflexin
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