consulta:
Hola profesor. Quiero que me diga el motivo para que el patriarca Jacob pidiera ser enterrado fuera de Egipto. Si es tan amable.
Amir Strick, 18 años, Miami
Shalom,
«Bendito el que viene en el nombre del Eterno.» (Tehilim / Salmos 118:26).
Bienvenido y gracias por enviarnos su interesante misiva.
Le daré dos motivos para el pedido.
El patriarca Iaacov sabía que para sus descendientes sería difícil mantener el contacto con la Tierra de Promisión. Que se asimilarían de a poco, que se insertarían en una cultura ajena al punto de hacer ellos mismos ajenos.
No había muchos símbolos ni señales para guardar la propia identidad, de hebreos, de fieles del Eterno.
Tenían la circuncisión, el hebreo, sus nombres, sus costumbres familiares, sus breves relatos de familia, pero no mucho más.
Por supuesto que no tenían una patria llena de monumentos y edificaciones de su pasado.
Por lo que el patriarca decidió ser él un nexo que uniera la memoria de sus descendientes con su Tierra de Promisión, a la vez que con su propia identidad.
Nosotros tenemos Torá, el Kotel, relatos de sabios, entre otros innumerables lazos que nos mantienen apegados a nuestra identidad. Pero para nuestros antiquísimos ancestros, el esfuerzo por mantenerse unidos debía ser más vigoroso.
Así y todo, la parcela de entierro de nuestros patriarcas, en la cueva de Majpelá, sigue siendo una señal fuerte de nuestra heredad territorial y de nuestra identidad nacional.
Otro motivo se encuentra inserto en el alma el gentil.
Ellos anhelan al Eterno, tal como nosotros.
A nosotros el Eterno nos ha dado un lugar especial, como si fueramos Sus secretarios y nuestra tarea fuera en constante contacto con Sus cosas sacras.
Pero a los gentiles no los hizo sus secretarios, sino los obreros que construyen todo un mundo de Shalom para hace reposar en él Su santo Nombre.
A veces los gentiles se sienten lejos del Eterno. Como si no estuvieran constantemente ligados al Eterno.
Esto es así porque no cumplen los Siete Mandamientos Fundamentales que Hashem les ha dado.
Creen entonces, erróneamente, que haciendo cosas de judíos o adorando a un judío muerto llenarán sus almas de sentido trascendente.
Es un hecho comprobable en la actualidad, ¿o acaso la mayor de las idolatrías no ha tomado a un judío muerto como su salvador y supuesto camino a Dios? ¿Acaso no hay innumerables gentiles que se quieren apropiar de mandamientos y costumbres de judíos, para sentirse plenos?
En fin, Iaacov sabiendo de esta tendencia equívoca no quiere que lo usen como ídolo. Él no quiere ser cómplice, ni siquiera muerto, de tal aberración.
Por lo que demanda ser enterrado en la Tierra de Santidad, apartado de las personas, de modo tal de no pasar a ser una falsa deidad.
Como hecho curioso, su gran hijo Iosef también pidió ser enterrado en Israel, pero no pudieron llevar su cadáver hasta cientos de años más tarde. En ese lapso los egipcios lo «endiosaron», olvidaron su verdadera naturaleza para adorarlo como dios y llenar su historia de mitos. Todo en muy poco tiempo luego de su muerte, llegaron a convertir a Iosef en la deidad -falsa-Imothep. ¡Qué tristeza que de un justo se haga tal bajeza! (Sabemos que de un rebelde empedernido lo han hecho, cosa que es espantosa… ¡pero de un justo como Iosef es terrible!).
Así pues, para preservarse de ser idolatrado, es otro de los motivos.
Nuestra tradición argumenta otros más, que dejo en el tintero en esta ocasión.
Invitamos a los lectores a comentar y tratar de responder a su consulta, y le invito a continuar visitando nuestros sitio para descubrir que quizás ya hemos dado respuesta a sus interrogantes.
Que sepamos construir Shalom.
More Yehuda Ribco
Su apoyo constante nos permite seguir trabajando