Respetado:
Quisiera preguntar por una situacion que me complica.
1.- El altísimo, cuando envió a Moisés a conversar con faraón, le dijo que pidiera permiso para que el pueblo ofreciera sacrificios y
2.- Cuando Samuel fue a ungir a David como rey, tras las dudas del profeta, el Eterno le dijo que dijera que iba a ofrecer un sacrificio.
Es cierto que cumplieron, pero, ¿cuál era la necesidad de esa “astucia”? por qué no simplemente decir frontalmente lo que se quería?
Israek Quezada Mieres, 42 años, Docente, Chillán, Chile
Shalom.
Buen día.
Hubiese estado muy bien que enviará los pasajes del Tanaj que motivan sus dudas, para facilitar nuestra tarea, porque así tenemos que adivinar cuál es el texto que amerita su curiosidad.
Espero haberlos encontrado por mi cuenta y explicados a satisfacción cierta en las líneas que siguen.
1- ¿Está seguro de que eso que usted dice es lo que el Eterno le dijo a Moshé que dijera a Faraón?
Porque yo veo otra cosa:
«Y le dijo el Eterno: –Ciertamente he visto la aflicción de Mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus opresores, pues he conocido sus sufrimientos. Yo he descendido para librarlos de la mano de los egipcios y para sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y amplia, una tierra que fluye leche y miel, al lugar de los cananeos, heteos, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos. Y ahora, he aquí que el clamor de los Hijos de Israel ha llegado hasta Mí; también he visto la opresión con que los oprimen los egipcios. Pero ahora, ve, pues Yo te envío al faraón para que saques de Egipto a Mi pueblo, a los Hijos de Israel.
Entonces Moshé [Moisés] dijo a Elohim: –¿Quién soy yo para ir al faraón y sacar de Egipto a los Hijos de Israel?
Él respondió: –Ciertamente Yo estaré contigo. Esto te servirá como señal de que Yo te he enviado: Cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Elohim en este monte.»
(Shemot/Éxodo 3:7-12)
Está claro que Moshé es enviado a Faraón para sacar a los israelitas de Egipto y que no le dice Dios nada de que solamente diga que saldrán a tres días de distancia a celebrar al Dios.
Pero, ¿qué pasa entonces con este pasaje?:
«Ellos escucharán tu voz, y tú irás con los ancianos de Israel al rey de Egipto, y le diréis: ‘el Eterno, el Elohim de los hebreos, ha venido a nuestro encuentro. Ahora permite que vayamos al desierto, a tres días de camino, para ofrecer sacrificios al Eterno nuestro Elohim.’»
(Shemot/Éxodo 3:18)
¿Acaso aquí no queda claro que le dirán a Faraón que saldrán a tres días para honrar al Eterno?
¿No demuestra esto la «astucia» de Dios y el tomar de tonto al gobernante egipcio?
Sí, por supuesto que dice eso, pero no dice que sea Dios quien le ordenó a Moshé que lo dijera.
Será él y sus acompañantes quienes manifestarán eso; porque a ellos se les ocurrió, porque pensaron que eso sería mejor -vaya uno a saber el motivo-.
En ningún momento se comprueba que haya sido Dios el que ordenó, pidió, o siquiera insinuó que fueran esas las palabras a decir ante el rey de Egipto.
Así pues, realmente no hay aquí ninguna «astucia», ni falsedad de parte del Eterno.
¿La hubo de parte de los hebreos?
Quizás, ¿quién sabe y quién está en sus sandalias para poder enjuiciarlos por ello -si así hubiera sido-?
¿Usted no sería «astuto» con Hitler si pudiera conseguir de esa manera su tan centenaria anhelada libertad del horror?
2- Al estudiar la literalidad de este segundo pasaje queda claramente respondida su cuestión, sin necesidad de malabarismos intelectuales o recurrir a la «astucia» de los sabios intérpretes.
Veamos:
«Entonces el Eterno dijo a Shemuel [Samuel]: –¿Hasta cuándo has de llorar por Shaúl [Saúl], habiéndolo yo desechado para que no reine sobre Israel? Llena de aceite el cuerno y ve; Yo te enviaré a Isahi [Isaí], de Beit-Lejem [Belén], porque de entre sus hijos Me he provisto de un rey.
Shemuel [Samuel] preguntó: –¿Cómo voy a ir? Si Shaúl [Saúl] se llega a enterar, me matará. El Eterno respondió: –Toma contigo una vaquilla del ganado, y di: ‘He venido para ofrecer un sacrificio al Eterno.’ Invita a Isaí al sacrificio; Yo te enseñaré lo que has de hacer, y tú Me ungirás al que Yo te diga.
Shemuel [Samuel] hizo lo que dijo el Eterno. Cuando llegó a Belén, los ancianos de la ciudad salieron a recibirle temblando y preguntaron: –¿Es pacífica tu venida?
Él dijo: –Es pacífica. Vengo para ofrendar al Eterno. Preparaos y venid conmigo al sacrificio. Y convocó a Isaí y a sus hijos, y los invitó al sacrificio.»
(1 Shemuel/I Samuel 16:1-5)
¿Qué preguntan los dirigentes locales ante la presencia en su ciudad del caudillo y profeta?
«¿Es pacífica tu venida?».
¡Qué extraño!
¿Cómo se atreven a espetarle tal «saludo» al hombre de Dios?
¿Acaso era un salvaje, sádico, guerrero, terrorista, infiltrado del imperio, matón?
¿No era evidente por sí mismo que el ilustre visitante era un hombre de Shalom?
Llama enormemente la atención entonces las palabras de los ancianos, su temblor, su tremendo miedo por aquella inocua y saludable presencia.
Una respuesta bien podría ser que ellos temían las consecuencias terribles que tendría esta visita cuando el rey se enterara de la misma.
¿Cuál es la lógica en este miedo?
¡Ninguna!
Como no eran lógicos los arrebatos de locura del rey, el cual reaccionaba fue de proporción y sin razón ante los más imprevistos disparadores.
Todos los habitantes del reino sabían del feroz distanciamiento entre el profeta y el rey.
Todos se habían enterado de la amarga disputa y ruptura con la que había concluido definitivamente su relación personal.
Y era sabido que el rey estaba muy trastornado y reaccionaba con violencia inesperada.
No era improbable que su furia desatada atacara al profeta y a quienes se encontraban en torno.
Ni que inventará en su enferma imaginación conspiraciones que le llevarán a actos atroces, ejemplos nos brinda el libro en más de una ocasión.
Así también se entiende la emoción del principio del pasaje, cuando Shemuel dice al Eterno: «si se entera Shaúl me matará».
En verdad el profeta no temía por su vida, sabía que estando en misión del Eterno eso no pasaría.
Pero, luego podría ser asesinado por el rey y peor aún, acabar con la vida de otras personas, por completo ajenas a la situación. Incluso exterminar a la familia del siguiente rey, el ungido en secreto, podría fallecer dramáticamente si se enterara el alocado Shaúl e imaginara fabulosas tramas en su contra.
Sí, el profeta debía ser cuidadoso en extremo.
No solamente por él, sino por una ignorada cantidad de gente que estaban en riesgo cierto e innecesario.
Shemuel podía haber inventado su propia excusa, alguna mentirijilla que salvara la situación. Pero no quería hacerlo. Así que pidió del Eterno una solución factible.
Y Él se la dio: que ofreciera ofrenda en la ciudad de Beit-Lejem.
Ahora nadie debería mentir, Dios había ordenado una acción que el profeta cumpliría abiertamente. Era parte de su tarea. Los ancianos no estarían sospechados de conspiración, como tampoco el resto de la población local. El futuro rey y su familia, por ahora, estaban a resguardo de la locura sin filtro de Shaúl.
Dios no mintió, ordenó algo al profeta.
El profeta no mintió, cumplió el pedido.
¿Hay alguna astucia oscura y perversa en esta historia?
Sinceramente no la veo.
Claro, Shemuel podría haber ido a la ciudad y decir públicamente vengo a ungir al próximo rey… claro que sí… si quería cometer suicidio y llevarse con él a decenas, centenas, miles de inocentes.
Así pues, no hay nada taimado en la cuestión, simplemente actuar con precaución buscando construir SHALOM.
Ahora, me surge a mí un par de dudas:
¿Qué gana usted sabiendo todo esto?
¿Qué le llevó a imaginar que el Eterno pudiera conducirse de manera deshonesta?
Buen día.
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Temo, desde mi ignorancia, que no podía entender el trasfondo de ambos pasajes. Jamás me atrevería a decir que el Eterno pudiera conducirse de manera deshonesta (lejos esté de mi tal cosa), sólo pensaba que siendo el Áltísimo, podría haber hecho las cosas de una forma mas abiertas, pero claro, no consideré varios aspectos.
No entregue las citas porque no pude resumir mi pregunta, y después ya no tenia espacio para escribir mas, ruego me disculpe.
Se agradece el tiempo para entregar una respuesta.
ocurre que nadie debe pretender estudiar el texto sagrado del pueblo judio si no es bajo la directa conduccion del maestro judio adecuado para ello…
lamento no poder contar con ese tipo de ayuda en la ciudad donde vivo, así es que me siento obligado a arriesgarme, con mucho respeto y temor, a buscar la verdad por mi propia cuenta
entonces, dificil que la encuentre…
no es cuestion de opinion o deseo, sino de cuidar el camino que le corresponde.
el noajismo es esa senda, donde las escrituras judias no son de su primera incumbencia, sino la accion etica/espiritual, como constructor de SHALOM.
pero, ud. decidira que quiere hacer, si lo que Dios dispuso para usted o tal vez otra cosa…
adios.