Pedroluntertien nos consulta:
shalom
Desde el día de mi entrevista con el rabino para la conversación debo vivir como un judío ortodoxo\» o después de ser judío
pedro
Shalom, gracias por su pregunta.
Ante todo NO ES que deba vivir como «judío ortodoxo», porque tal denominación es una etiqueta de reciente invención y que confunde más que identifica.
En todo caso, lo correcto sería preguntar si la persona gentil debería cumplir con los preceptos de la Torá, de acuerdo a la halajá (normativa judía).
Porque, recordemos dos cosas:
1- La Torá tiene los 613 mandamientos pero los judíos no vivimos de acuerdo a ellos directamente, porque ellos son el fundamento sobre el que se levantan las reglas que indican cómo han de cumplirse.
Entonces, es absolutamente fuera del marco judaico pretender leer la Torá Escrita y con ello ya creerse experto en legislatura judía, o asumir que lo que está escrito es para ser llevado a cabo tal cual.
La propia Torá Escrita se encargó de instruirnos para que tomemos en consideración las reglas de la Torá Oral para poder cumplir realmente con los mandamientos.
Sobre esto ya hemos enseñado antes, así que no me extenderé más ahora.
2- Los preceptos de la Torá, las reglas del judaísmo NO SON para los «ortodoxos», sino que son para los judíos.
Es un error habitual y muy grande suponer que son los «ortodoxos» los encargados de cumplir con los mandamientos, ya que no es así.
Esto por una parte, ahora usted dice : «mi entrevista con el rabino para la conversación»; me supongo que habrá querido escribir CONVERSIÓN en realidad.
Y la respuesta es más que si tuvo una entrevista, solo una, ¿qué le hace pensar que con ello ya está en condiciones de tomar sobre sí el patrimonio, legado y responsabilidad del pueblo judío? Es un poco por demás apresurado y arriesgado.
El proceso de conversión legal y formal toma mucho tiempo, es un proceso paulatino, gradual, en el cual se va aprendiendo, desaprendiendo, corrigiendo, acumulando, modificando, retrocediendo, avanzado, pero siempre tratando de crecer; sea que al final se obtenga la conversión o no.
Pero además, si habrá tenido ya una conversación formal con un rabino preparado e idóneo para la conversión, ¿no le parece que es el rabino quien le instruirá sobre lo que debería hacer o dejar de hacer?
Por lo cual, estará a disposición de lo que ese determinado rabino decida en su caso particular, luego verá usted como seguir o no con el proceso de conversión legal y formal.
Para sintetizar, después de que inicie el proceso, largo y que requiere esfuerzo, dedicación, paciencia, humildad, podrá ir tomando sobre sí diferentes responsabilidades para ir aprendiendo y con el aprendizaje cumpliendo con las halajot que el rabino le vaya indicando.
Tras el tiempo que tome este proceso, por lo general más de un año, usted ya habrá ido ejerciendo diferentes halajot, incorporándolas a su vida, pero teniendo que abstenerse de cumplir con algunas que son exclusivas para las personas judías. El rabino idóneo le irá indicando personalmente.
Sin embargo, no habrá de creer que está «cumpliendo con los mandamientos», porque no son esos mandamientos los que usted deberá estar cumpliendo. Hasta la conversión su única responsabilidad ante el Señor son los Siete Mandamientos para las Naciones, porque aunque se encuentre en proceso de conversión al judaísmo sigue siendo noájida y por tanto obligado a SUS mandamientos, no a los que son para los judíos.
Por lo cual, todo lo que aprenda y haga durante la preparación no es estar jugando el partido, sino entrenándose para el momento en que entre efectivamente a la cancha a exponer lo que ha aprendido (y lo que seguirá aprendiendo tras el acto formal de la conversión).
Pero, todo esto seguramente se lo informará el rabino idóneo para la conversión que siga su caso personalmente.
Ahora, si su pregunta es por curiosidad para saber qué precisará hacer en un hipotético encuentro con un rabino para su conversión, entonces quédese tranquilo. Solamente deberá hacer lo que el rabino le instruya, y seguramente no será nada que no esté preparado para hacer.
Pida la cita pero el encuentro personal con el rabino.
Exponga su caso con honestidad y sin manejos.
Pregunte, responda, aprenda.
Luego tome decisiones, que lo que está en juego es sumamente importante y afecta no solamente su vida, sino la de la gente de su entorno y su existencia en la eternidad.
Que lo que sea que decida y haga, sea para construir SHALOM.
Tenga un excelente día.