nos consulta:
Buen día, le damos una calurosa bienvenida y agradecemos que participe activamente en la construcción de Shalom.
La bendición en la vida de la persona, de la familia, de la comunidad, no se obtiene por adquirir amuletos, objetos «religiosos», colgar frases bonitas de los muros, tener fe en sortilegios, «negociar» «pactos» con Dios, hacer fórmulas de supuesta Kabbalah, adquirir libros de tal o cual seudo maestro espiritual, etc.. Nada de eso provee de bendición a la persona. Puede resultarle algo simpático, a veces inocuo, pero en muchas ocasiones se transforma en algo perjudicial, muy lejos de la bendición que se desea y espera obtener. Y, a veces, se convierte en una esclavitud, en una obsesión, en una compulsión, en una adicción, en un escapismo, en una vida ilusoria, en una vía hacia el drama personal y vincular. ¡Cuánta gente se ha dejado someter a astutos bribones líderes de sectas, simplemente por haber dado un primer paso hacia la pérdida de la libertad! Esos «centros de kabbalah», que tienen a falsos rabinos como pastores; esos ashrams que llaman a una vida de paz y armonía, pero que solamente entregan sometimiento y degradación; esos locales que venden inciensos y otras «maravillas» con promesas de bendición y redención, y solamente sirven para esquilmar a los ingenuos que luego vuelvan a por más droga en apariencia saludable para la espiritualidad; esos embobados seguidores de clérigos que un día son pastores evangélicos, al siguiente rabinos mesiánicos, al rato líderes noájicos, luego directores de vaya uno a saber que oscurantista comparsa emocional disfrazada de intelectualismo y espiritualidad; etc. varios. En la actualidad todo este negociado tremendo, este tráfico de la fe, esta corrupción es sumamente extendida y poderosa, gracias a los medios de comunicación sin filtro seguro, gracias a la Internet, gracias al afán desespero de la gente por encontrar aquello que anhelan pero que no saben lo que es. Abundan los fantoches, los mercachifles, los mercaderes de la fe, los piratas espirituales, que no tienen remilgos para hacer su pesito vendiendo cualquier porquería, pero elogiándola como si fuera producida directamente por el «dedo de Dios». A veces los patanes hasta usan objetos en verdad considerables como sagrados, con valor real, pero que a fuer de estar en las estanterías de los corruptores del alma, pasan a ser bombas de tiempo que explotarán para llevar consigo las almas de los incautos que las hayan adquirido. En fin, hay un gran negocio detrás de tanta falsa espiritualidad, hay mucho afán de dominación, mucho deseo de sobresalir y ser poderoso, mucha desesperación por parte del público que está sediento a más no poder por conocer a Dios, y se quedan en el camino, en espejismo de oasis, bebiendo agua podrida por no darse cuenta de que lejos están del verdadero paraíso y la senda del bien.
En el caso concreto que usted consulta, no tengo idea si adquirió espejitos de colores muy caros o si realmente son cuadritos con fórmulas consagradas dentro del judaísmo; tampoco me importa mucho, ni debiera usted concentrarse en ello. ¿Sabe por qué? Porque nada de eso es lo que le proveerá a usted de la verdadera bendición.
¿Dónde, pues, se encuentra la bendición para usted? ¿Qué es lo que dice Dios al respecto?
La bendición está en escoger la vida, cuando tiene la oportunidad de elegir entre vida y muerte, entre bendición y maldición, entre lo que Dios ha llamado bueno y lo que Él llama malo. ¿Ha entendido?
Más explícito en la siguiente cita:
«Mira, pues, Yo pongo hoy delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal, con el fin de que ames al Eterno tu Elokim, de que andes en Sus caminos y de que guardes Sus mandamientos, Sus estatutos y Sus decretos, que Yo te mando hoy. Entonces vivirás y te multiplicarás, y el Eterno tu Elokim te bendecirá en la tierra a la cual entras para tomarla en posesión.» (Devarim / Deuteronomio 30:15-16)
Aquel que busca la verdadera bendición optará por vivir de acuerdo a lo que Dios le ha ordenado. Si es gentil vivirá de acuerdo al noajismo, que es el conocimiento y cabal aplicación de los Siete Mandamientos Universales, más sus derivados. Si es judíos vivirá de acuerdo al judaísmo, al verdadero y original y no al remixado y light de nuestros días. Cuando escoge usted la vida, es decir el bien, es decir actuar de acuerdo a la Voluntad de Dios plasmada en los mandamientos que le encomendó que cumpla, entonces estará usted optando por vivir en plenitud de bendición. Sin ensalmos, ni fórmulas kabbalísticas, ni magia, ni negociaciones secretas con Dios, ni cualquier otra forma de superchería y maldición.
Espero que pueda hacer suya esta respuesta, vivirla, hacer de su vida un paraíso de bendición, para que sea usted canal de bendición para muchos otros.
Que sepamos construir Shalom.
Moré Yehuda Ribco