Hay belleza en la vejez, como también en la juventud.
Ninguna de ellas es falsa en sí misma, sino por el contenido que ocultan y lo que aparentan.
Se puede ser pleno a los 20 como a los 100, se puede estar en una existencia amarga a los 100 como a los 20.
Discriminar negativamente por falsas premisas etarias no es de sabio ni de bueno, sino simplemente de discriminador.
Sará Imenu