Cada cual puede aportar a la causa del bienestar común de acuerdo a su nivel,
a sus cualidades,
a lo que ha desarrollado de sus potenciales.
Pero también, cada uno obstaculiza el desarrollo con sus defectos,
sus puntos no admitidos y por tanto no trabajados en mejorarlos,
sus patrañas y egoísmo.
Es tiempo de construir SHALOM en nuestro interior,
para actuar con bondad y justicia en todo momento,
reduciendo los percances y aumentando los beneficios.
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