Es una cuestión de confianza.
«Seis días recogeréis el maná; pero el séptimo día es shabbat, en el cual no será hallado.
Aconteció que algunos del pueblo salieron para recoger en el séptimo día, y no hallaron nada.
Y el Eterno dijo a Moshé [Moisés]: -¿Hasta cuándo rehusaréis guardar Mis mandamientos y Mis Torot [instrucciones]?»
(Shemot / Éxodo 16:26-28)
Así pasa, los que confían en el Eterno guardan Sus mandamientos. Conocen Sus Torot, la escrita y la oral, y organizan su vida de acuerdo a las enseñanzas eternas que emanan de allí.
Aprovechan cada oportunidad para crecer, a pesar de las dificultades.
No anhelan alcanzar el éxito, sino actuar con justicia y bondad, ya que el éxito es un resultado ajeno a nuestra voluntad.
Se aplican a ser buenos, a derramar felicidad en su entorno, a hacer de este mundo un lugar de shalom.
Pero los que ponen su confianza en seres o cosas, dejan de lado los mandamientos del Eterno, rehusan la instrucción divina, y viven de acuerdo a su pasión (sea que ésta esté esclavizada a sus instintos, a un clérigo, a una fe en una falsa deidad, etc.).
¿Tienes idea de en qué o quién estás depositando tu confianza y de acuerdo a que patrones de conducta vives?
Analiza tus acciones y actitudes, y ponte en sintonía con el Eterno.
Concurre a tu centro judaico más próximo, comienza a estudiar judaísmo con maestros idóneos que te vayan orientando en tu reencuentro con tu identidad espiritual.
Conoce y cumple los mandamientos y las Torot, para que de ese modo vivas y seas pleno.
Y si eres gentil, no incurras en ninguno de estos errores: no recurras a la idolatría (Jesús, religiones, sectas, etc.), pues la idolatría es la muerte del espíritu; pero tampoco te hagas la idea de que el judaísmo es para ti, puesto que tu porción se llama noajismo y la puedes hallar en FULVIDA.com.
Es una cuestión de confianza.