Amor: ¿sentimiento y acción?

Este shabat se leerán dos parshiot consecutivamente, en Kedoshim, encontramos un fragmento de un versículo muy famoso:

“וְאָהַבְתָּ לְרֵעֲךָ כָּמוֹךָ: אֲנִי ה” “veahavta lereeja camoja, ani Hashem” “Amarás a tu prójimo como a ti mismo, yo soy el Eterno”
(Vaikrá/Levítico 19:18).

Miles de párrafos han sido escritos e infinidad de comentarios y opiniones surgieron y lo seguirán haciendo a partir de estas profundas palabras. Por ejemplo, Rabí Akiva, quien enseñó:

"זה כלל גדול בתורה, שלא תאמר – הואיל ונתבזיתי, יתבזה חבירי עמי; הואיל ונתקללתי, יתקלל חבירי עמי. אמר רבי תנחומא: אם עשית כן – דע למי אתה מבזה, ‘בדמות א-לוהים עשה אותו’"
(בראשית-רבה כ"ד, ז).”

“es un gran principio de la Torá; para que nadie diga: ‘Como fui despreciado, que lo sea también mi prójimo. Así como me maldijeron, que lo hagan con mi prójimo’.
Rabí Tanjuma añadió: ‘Si actúas de ese modo degradante, debes saber a quién desprecias: a Dios, puesto que ‘’a Su imagen hizo al hombre’’’”.
(Bereshit Rabá 24,7).

¿Te das cuenta cuál era el significado de “amar al prójimo” para estos grandes sabios?
¿Cuál sería el concepto de “amor” que se maneja en este concepto específico?

Mientras piensas en posibles respuestas, te propongo continuar aprendiendo sobre el tema a través de conocer brevemente otro de los contenidos de estas parshiot.
Dios instruye a Moshé para que Aarón ingrese al lugar prohibido por excelencia: el Kodesh haKodashim, también conocido como “Santo de los Santos”; la pequeña habitación del Templo dedicada a alojar el Arca del Testimonio con las Tablas del Pacto en su interior. Esa pequeña sala estaba vedada para las personas, según se nos relata, quien entraba no salía con vida, puesto que la Divina Presencia irradiaba allí una tremenda energía que el cuerpo humano es incapaz de tolerar.
Dios permitió el acceso exclusivamente al Cohén Gadol (Sumo Sacerdote) y solamente en Iom Kippur (Día de la Expiación), para lo cual habían de tomar en cuenta numerosos ordenamientos que aseguraran el retorno a salvo del Cohén. Todo esto como parte de un complejo y milenario ritual destinado a la expiación (especie de enmienda) por los pecados de Israel. El ceremonial incluía el sacrificio de animales e incienso, así como el echar suertes sobre dos cabritos, uno de los cuales se dedicaba para Hashem en tanto que el otro se soltaba en el agreste desierto. A éste lo conocemos como “chivo expiatorio”, pues simbólicamente cargaba con las culpas de Israel que se perdían con él para siempre en el vacío.
Por supuesto que este acto alegórico por sí solo no eliminaba el daño (interno y externo) causado por los pecados, por lo cual el elemento principal y esencial era (y sigue siendo) la TESHUVÁ (arrepentimiento completo y sincero) que incluye acciones reparadores. Las ceremonias deben venir acompañadas, o precedidas, por los actos de bondad y justicia, entre los cuales uno de los principales es la teshuvá.

Muchos de los profetas dejaron bien claro este principio, lo espiritual no se mide tanto en cantidad de rituales y fe, sino en la conducta saludable y fiel. Te cito solamente a uno de los profetas más grandes de la historia, Shmuel/Samuel:

"¿Se complace tanto el Eterno en los holocaustos y en los sacrificios como en que SU palabra sea obedecida? Ciertamente el acatar SUS órdenes es mejor que los sacrificios, y el prestar atención es mejor que la grasa de los carneros.”
(1 Shemuel / I Samuel 15:22).

¿Puedes encontrar el nexo entre el amor al prójimo y lo que explicamos acerca de la teshuvá?
¿Sabes qué dijeron otros profetas al respecto del amor al prójimo y de la buena conducta (especialmente para con los débiles de la sociedad) contrastados con el valor de los rituales y de la fe?
¿Puedes relacionar el contenido del comentario con Iom Haatzmaut y el Iom haZicarón leJalalei Tzahal?
Te propongo que indagues y compartas tus ideas.

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