Parashiot Jukat y Balak
Esta semana leeremos dos parshiot juntas, vayamos conociendo sus temas siguiendo el orden de aliot laTorá.
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1ª aliá: Se detallan las leyes de la Vaquilla Roja, mejor conocida como “Pará Adumá”. Éste era un misterioso ritual ordenado por la Torá para efectuar la purificación de aquellos que están impuros a causa del contacto con el cadáver de una persona. Recordemos que para estar en el monte del Templo era indispensable estar en estado de pureza, por lo cual, aquellos impuros por cualquier causa tenían vedado el ingreso, hasta que realizaran el correspondiente ritual de purificación. Éste, de la Pará Adumá, es uno de los varios, pero es el que resulta más incomprensible. Porque, en otros rituales hay que lavarse las manos, o sumergirse en la Mikve; más o menos podemos asociar racionalmente el agua con el concepto de pureza. Pero, tener que conseguir una vaquilla totalmente morada y que cumpliera otras características físicas particulares, luego realizar un preparado con sus cenizas y más tarde salpicar con este mejunje y con ello purificar… es a lo menos extraño e incomprensible. Tan es así que hasta el más entendido de todos los seres humanos, aquel que alcanzó el máximo conocimiento en los asuntos espirituales, el rey Shlomó, confesó que no alcanzaba a desentrañar el misterio de este procedimiento.
Ya lo enseñamos en otras oportunidades, por eso solo mencionaremos ahora que puro e impuro son conceptos relacionados a la conexión con la vida o la desconexión con la misma. Impuro no significa sucio, abominable, asqueroso, manchado o cosas físicas o emocionales similares. Sino, que tanto una persona está desconectada de la vida.
Siendo así, el cadáver de una persona es el máximo exponente de impureza y estar en contacto con él nos pone en ese estado de desconexión.
Luego, continúa la Torá relatándonos que en Nissan del año 40, Miriam murió. Como directa consecuencia de su muerte, el milagroso pozo de agua que acompañó a los israelitas durante décadas en el desierto se secó y la nación se reunió contra Moshé y Aarón para quejarse de su sed.
Por supuesto que no es muy racionalmente comprensible que un pozo de agua acompañe a un pueblo durante su travesía por el desierto, ya que por su propia definición el pozo es estático. Sin embargo, en nuestra Tradición se nos enseña que por cada uno de los hermanos hijos de Amram Dios hizo un milagro: Miriam-Agua; Aarón-Nube protectora; Moshé-Maná. Con el fallecimiento de cada uno de los hermanos, se detenía cada uno de los milagros correspondientes.
2ª aliá: Moshé golpeó la roca para que de ella brotara agua, en lugar de que saliera por medio de la palabra. Como consecuencia, Dios decretó que Moshé y Aarón tuvieran prohibido su ingreso a Eretz Israel. Mucho se ha explicado acerca de este hecho y de la terrible severidad de la consecuencia, pues parece muy desmedido que ambos personajes tan dedicados al pueblo y a Dios fueran castigados de esa forma estricta y dolorosa por algo tan relativamente leve como el golpe a la roca. Daremos tres de las varias explicaciones.
La primera: Moshé estaba en un nivel espiritual tan elevado que hasta el más mínimo error era considerado como grave. Tal como dice la Tradición:
“HAKADOSH BARUJ HU MEDAKDEK IM SEBIBAV KEJUT HASEARA”
(Iebamot 121b)
Dios es estricto con el que más nivel espiritual tiene, hasta el punto del detalle, revisando hasta el más mínimo comportamiento. Por tanto, un pequeño error cometido por Moshé representa una dimensión enorme desde esa perspectiva.
La segunda: Moshé dijo irritado al pueblo:
«¡Escuchad, rebeldes! ¿Sacaremos para vosotros agua de esta roca?»
(Bemidbar/Números 20:10).
Tanto por tratar como rebeldes a los pobres judíos desesperados por agua, como dar a entender que no era Dios solo el que sacaría agua de la roca, sino que sería obra también de Moshé y Aarón; fue que se produjo el castigo. Ya que, ambas conductas son bastante graves. Claro, desde nuestra perspectiva no tan terribles como para que ambos hermanos murieran sin ingresar a Eretz Israel; pero no somos nosotros los que definimos la gravedad de los pecados, sino Dios.
La tercera: en realidad no era un castigo por golpear a la roca, sino que esto fue un motivo menor que estaba ocultando un motivo mayor, del cual se quiere evitar la vergüenza para Moshé y por es no se lo explicita. No se está mintiendo para cubrir el honor de Moshé, simplemente no se deja explícito el motivo de fondo, aunque aquel que sabe estudiar puede pronto conocerlo. Nosotros NO haremos explícito lo que Dios no quiso hacer explícito.
Hay otros motivos, pero el que quiera conocer más, que estudie con el maestro adecuado de Torá para enseñarle.
Sigue la parashá con el recuento de como Edom se negó a que los judíos pasaran por su tierra rumbo a Eretz Israel, a pesar de que se lo rogó amablemente por el permiso, se le prometió respetar vidas y propiedades y hasta pagar por lo que fuera consumido por los judíos en su travesía por su tierra.
3ª aliá: Aarón murió y Elazar sucedió a su padre como Cohén Gadol. El llanto del pueblo fue pronunciado ya que era muy amado Aarón por toda la gente y su estilo de liderazgo era muy bien recibido por la gente. Se nos enseña que era un constructor de SHALOM, alguien que trabajaba intensamente para beneficiar al prójimo y que entre la gente hubiera paz y acuerdos.
Los israelitas siguieron luego de 30 días de duelo su marcha y se encontraron con los cananeos del sur (unos 21 kms al oeste del Mar Muerto) y los derrotaron en la batalla. Se comienza a oler en el ambiente lo que será la próxima conquista de la Tierra de Promisión, con enfrentamientos, pueblos que se oponen, batallas, etc.
Como mencionamos más arriba, tras de la muerte de Aarón, las nubes protectoras se fueron y la nación comenzó a quejarse de las condiciones de vida.
Como consecuencia, Dios permitió que las habituales serpientes venenosas de la zona atacaran a la nación. Recordemos que hasta ese momento ellos estaban siendo protegidos por las nubes, que formaban como murallas todo alrededor del pueblo.
Moshé recibió instrucciones de fabricar una serpiente de cobre y ponerla encima de un palo para que aquel que mirara hacia arriba se salvara milagrosamente de la mordida de las serpientes venenosas.
La nación viajó a Yeshimón al noreste del Mar Muerto.
4ª aliá: En la conclusión de Jukat, a la nación se le negó el acceso a las tierras de Sijón y Og, y Moshé los condujo a una batalla victoriosa contra ellos.
Al comenzar la parshat Balak nos encontramos con la oferta del rey Balak a Bilam, el brujo y profeta, para que maldijera al pueblo judío. Dios no le autoriza a Bilam a aceptar. Él no permite que los benditos sean maldecidos.
5ª aliá: Balak envió un segundo equipo de negociación y Bilam recibió permiso para ir con ellos, pero no de maldecir. En el camino ocurrió el famoso incidente con la burra parlante.
6ª aliá: Bilam falló sus dos primeros intentos de maldecir al pueblo judío y en cambio, los bendijo. Dicen los expertos comentaristas que en realidad esas bendiciones escondían maldiciones, por ello hay que tener mucho cuidado de que el veneno no se encuentre camuflado en lo que viene ricamente perfumado.
7ª aliá: Bilam intentó su última maldición pero nuevamente bendijo a los judíos. Cuando se fue, despedido amargamente por el rey Balak, Bilam profetizó a la coalición de reyes reunida contra los judíos que ellos y sus pueblos serían destruidos en su determinado momento por los judíos.
Como su odio hacia los judíos eran tan poderoso, y ya que no le dejaba Dios maldecirlos, Bilam tuvo una idea atrevida. Le aconsejó al rey Balak que enviara jóvenes bonitas y licenciosas para que sedujeran a los hombres judíos, lo que los llevaría a pecar de diversas formas y por tanto rebajarían su poder espiritual. De esta manera, los judíos quedarían en desventaja también material, porque no eran poderosos gracias a sus armas físicas solamente, sino especialmente por su poderío espiritual. Entonces fueron enviadas chicas madianitas quienes lograron cautivar a varios varones judíos, lo que provocó la ira de Hashem.
La parashá concluye con el incidente trágico en el sitio llamado Baal-Peor, donde se manifestaron diversas idolatrías y perversiones, hasta que intervino intempestivamente Pinjás, el nieto de Aarón.
¡Shabat Shalom!