Muchas gente religiosa,
y por tanto no orientados por su dimensión espiritual sino por el EGO,
manifiesta aversión por “leyes de hombres”,
o “enseñanzas de hombres”;
y sostienen que “lo de Dios” es lo único que vale.
En realidad, el propio Dios dice que valoremos las enseñanzas del hombre,
busquemos a los que saben para que nos instruyan,
pidamos a los idóneos para que legislen,
sigamos a nuestros líderes en sus órdenes justas,
sembremos y recojamos según nuestro esfuerzo,
construyamos y disfrutemos de acuerdo a nuestras posibilidades,
en fin,
que tengamos en cuenta al hombre
sin por ello suplantar a Dios.
Dios hace su parte,
nosotros la nuestra.
Somos socios en la obra de la Creación.
Algunas muestras “bíblicas”:
«‘Cuando te sea difícil decidir en un juicio en tus tribunales, ya sea en asuntos de homicidio o de derechos o de ofensas físicas o en otros casos legales, entonces te levantarás y subirás al lugar que el Eterno tu Elohim haya escogido.
Irás a los sacerdotes levitas y al juez que haya en aquellos días y consultarás. Ellos te indicarán la sentencia del juicio.
‘Harás según la sentencia que te indiquen en aquel lugar que el Eterno haya escogido, y tendrás cuidado de hacer según todo lo que te declaren.
Harás según la Torá [la instrucción] con que ellos te instruyan y según el juicio que pronuncien. No te apartarás de la sentencia que te indiquen, ni a la derecha ni a la izquierda.
Quien proceda con soberbia y no obedezca al sacerdote que esté allí para servir delante del Eterno tu Elohim, ni al juez, esa persona morirá. Así eliminarás el mal de Israel.»
(Devarim / Deuteronomio 17:8-12)«Tomó, pues, el Eterno Elohim al humano y lo puso en el jardín de Edén, para que lo trabajase y lo guardase.»
(Bereshit / Génesis 2:15)«Tú eres santo. ¡Habitas las alabanzas de Israel!»
(Tehilim / Salmos 22:4)«Moshé [Moisés] escuchó el consejo de su suegro e hizo todo lo que él dijo.»
(Shemot / Éxodo 18:24)
Y en la Torá más amplia y diversa, se encuentra sinnúmero de ejemplos.