«El Eterno dijo a Moshé [Moisés]: –Ven al faraón, porque Yo he endurecido su corazón y el corazón de sus servidores para manifestar entre ellos estas señales Mías, y para que cuentes a tus hijos y a tus nietos las cosas que Yo hice en Egipto, las señales que Yo hice en medio de ellos, para que sepáis que Yo soy el Eterno.»
(Shemot/Éxodo 10:1-2)
¿“Bó el paró”?
¿Ven a faraón?
¿Cómo es esto?
Humildemente supongo que sería más lógico que la orden del Eterno fuera: “Lej el paró” – “Ve a faraón”.
No “veN”, sino “ve”.
Porque, cuando el Eterno dice “ven” está dando a entender que se encuentra ¿dónde?
¿Junto a Moshé, o junto a faraón?
Pues, junto a faraón.
¿No sería más evidente y razonable que Él le confirmara al profeta que estaba con él, y no con el déspota ilustrado?
Te confieso que no es una pregunta que me surgió de la nada a mí, gente muchísimo más importante y preparada la han formulado.
Por otra parte, el Zohar nos indica que al escuchar el “bó”, Moshé tuvo miedo, mucho miedo.
Y nos brinda alguna explicación, que no te comparto ahora, lo siento. Mejor pídele a tu rabino/maestro judío preparado y adecuado que lo haga personalmente, si es de tu interés.
En nuestro modesto ingenio, ¿qué podemos aportar, que además nos brinde luz para la vida cotidiana?
Daremos un par de ideas, y con gusto recibiremos las tuyas.. siempre y cuando no sean de idolatría o lleven a ella (o sea, mesiánicos, netzaritas, “efraimitas”, judíos renovados, raíces hebreas y etc. abstenerse de comentar nada; gracias).
Una, basada en el “Bejor Shor”.
El Eterno no lo envía, sino que dice que estará con él.
Le acompañará.
Será “su sombra”, o tal vez quien le sostiene cuando ya no puede andar…
Allí estará Él, por tanto, aunque la situación sea estresante, compleja, de pavor, Moshé tiene para descansar sus penurias y angustias, amortiguar el EGO, porque Él está hasta en los hornos de Auschwitz junto a aquellos con los que está.
Dos.
Hay que tomar en consideración el resto de la frase que hemos citado.
Moshé no tenía una única misión, sacar a los israelitas de la esclavitud. Esa era una de las patas de su edificación.
Otra era que el mundo conociera que Dios, el Uno y Único existe y que además opera a Su modo en este mundo.
¿Cómo se vincula esto con el “bó” en lugar del “lej”?
Podría ser así: Moshé debía hacer algo más que hablar con el faraón para conseguir su objetivo. Ahora tenía que remover las capas y cáscaras y máscaras del faraón, para que también su LUZ de la NEHSAMÁ pudiera colarse y brillar en faraón y a través de él en su pueblo y a través de ellos en el mundo.
Ven al faraón, para encontrarte con lo que hay de él más allá de su personaje, atravesando las charadas del Yo Vivido para encontrarse con el Yo Esencial.
El faraón había endurecido su corazón, es decir, había dado piedra libre a su EGO para trabajar.
Era su cómplice y socio en la tarea de oscurecer el mundo.
Ahora el Eterno, con Sus maravillas y con la obra de Moshé, le daba a faraón la oportunidad de hacer terapia, ¿cabalaterapia?
Para así faraón encontrará el camino para su propia liberación.
¿La aprovechó el poderoso impotente de Mitzraim?
Bien, hasta aquí las dos ideas que quise compartir contigo.
Espero que sea de provecho y bendición para tu vida y la de tus allegados.