Es terrible,
ayudar a liberar a alguien de su celdita mental es tan difícil,
casi imposible, podríamos decir.
Pero hacer que uno se hunda más en la esclavitud,
es factible,
incluso cuando uno actúa movido por toda la buena intención de auxiliar.
¡Cuidado!
Pareciera que el mejor disfraz de la esclavitud es el de libertad.
famosas y sabias palabras