Estimado kahal,
Hoy me encuentro aquí para compartir con ustedes un darush que une la parashá Vaieshev, un pasaje significativo del libro del Génesis en la Torá, con el tema del éxito. La parashá Vaieshev relata la historia de Iosef, el hijo favorito de Iaakov, y los conflictos que surgen con sus hermanos por los sueños proféticos que tiene. Iosef es vendido como esclavo por sus hermanos celosos y llevado a Egipto, donde es comprado por Potifar, un oficial del faraón. Allí, Iosef se destaca por su inteligencia y honestidad, pero es acusado falsamente por la esposa de Potifar de intentar seducirla y es encarcelado. En la cárcel, Iosef interpreta los sueños de dos compañeros de celda, el copero y el panadero del faraón, prediciendo que el primero será restituido a su cargo y el segundo será ejecutado.
Ésta es una historia de un joven que enfrenta múltiples adversidades y desafíos, pero que nunca pierde la fe ni la esperanza. A pesar de las injusticias y las dificultades, Iosef siempre confía en Hashem y en su propio potencial. Es nuestro modelo, una inspiración en nuestro camino.
A lo largo de su vida, Iosef demuestra una gran capacidad de adaptación y de superación. En cada situación, aprovecha las oportunidades que se le presentan y hace lo mejor que puede. Su talento y su integridad lo llevan a ocupar puestos de responsabilidad y de influencia, tanto en la casa de Potifar como en la cárcel y, más adelante, en el palacio del faraón. Su visión y su sabiduría lo convierten en el salvador de Egipto y de su propia familia.
En este punto, podemos reflexionar sobre la importancia del éxito en nuestras propias vidas. Todos tenemos sueños y metas que queremos alcanzar, tanto personales como profesionales. Pero al igual que Iosef, también tenemos que enfrentar obstáculos y contratiempos que pueden hacernos dudar o desanimarnos. Pero al igual que Iosef, también tenemos la capacidad de sobreponernos y de triunfar.
El éxito no se trata solo de lograr resultados, sino también de disfrutar el proceso. Es el reconocimiento de que cada experiencia, por difícil que sea, es una oportunidad de aprendizaje y de crecimiento. Es la confianza en que Hashem nos acompaña y nos guía en cada momento. Es la gratitud por todo lo que tenemos y lo que somos. Es la generosidad de compartir nuestros dones y de ayudar a los demás. Es la humildad de reconocer nuestros errores y de pedir perdón. Es la alegría de celebrar nuestros logros y de agradecer a quienes nos apoyan.
Hemos llegado al final de este darush, en el que hemos reflexionado sobre la parashá Vaieshev y el tema del éxito. Espero que hayan disfrutado de este espacio de estudio y de diálogo, y que hayan podido extraer alguna enseñanza o inspiración para sus vidas.
Les invito a seguir leyendo y estudiando la Torá, junto a su maestro judío capacitado para enseñarles, ya que es nuestra fuente de sabiduría y de luz. Les animo a seguir persiguiendo sus sueños y metas, con emuná, esperanza y perseverancia. Les exhorto a seguir siendo fieles a su identidad y a su misión, con orgullo, compromiso y responsabilidad.
Que Hashem nos bendiga y nos proteja, que nos ilumine y nos conceda la paz. Que nos ayude a ser exitosos en todo lo que emprendamos, y que nos permita ser una bendición para el mundo.
Shabat shalom.
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