¿Tienes miedo?
¿Te crees que los otros son inmunes?
Ellos están en el mismo que barco que tú,
aunque los hay que dedican menos poder a lo que les debilita.
¡No es mala idea!
¿Qué tal si te enfocas en impulsar tus facultades positivas para aprovechar así mejor tus recursos?
El doblegarse ante la fantasía de impotencia futura es una condición natural del ser humano,
pero no por ello es loable derrochar energías en mantenerlo con vida.
Veamos propuestas para ser más feliz.
Admite tu debilidad y trabaja en aquello que te fortalece.
Ofrece aceptación en vez de prejuicio,
encuentra méritos en lugar de amarguras,
trabaja por crecer para sobrepasar las excusas,
evalúa con justicia, pues sin ésta no hay SHALOM.
Recuerda que el amor es una actividad que favorece generosamente al otro,
sin esperar nada a cambio.
Pero el exceso de bondad, asfixia y agota,
y no aporta al bienestar sino a la humillación.
Cuando te encuentras activo en la construcción de SHALOM,
por medio de acciones de bondad y justicia,
en pensamientos, palabras y actos,
de repente te das cuenta cuánto menos domina sobre ti el miedo.