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El proceso para que los israelitas salieran de Egipto no comenzó hasta que los propios israelitas se hartaron de su esclavitud, padecieron de manera consciente y declararon que estaban hartos de ellas.
No tenían idea de cómo harían para librarse del imperio más poderoso de la época, pero ya dieron el primer paso al reconocer que no querían seguir sometidos.
Entonces fue el momento para que el Socio Celestial se pusiera en marcha, pues Él estaba esperando la señal desde abajo para hacerlo.
Y esa señal llegó con la angustia manifestada de Sus hijos:
«Aconteció después de muchos años que el rey de Egipto murió. Los Hijos de Israel gemían a causa de la esclavitud y clamaron a Elohim, y el clamor de ellos a causa de su esclavitud subió a Elohim. Elohim oyó el gemido de ellos y se acordó de su pacto con Avraham, con Itzjac y con Iaacov. Elohim miró a los Hijos de Israel y Elohim comprendió.»
(Shemot/Éxodo 2:23-25)
Los cambios aparecen cuando tú estás en onda con el cambio.
No aparecen de la nada, pues probablemente los factores ya estaban presentes, pero tu mente no estaba enfocada en ellos como para reconocerlos y darte cuenta de que el tiempo del cambio ya es presente.
Así pues, con el comienzo del cambio mental, estarás dándote cuenta de montón de cosas útiles que están a tu alcance para mejorar tu vida.
Yo sé que la gente quiere magia y que la cosa sea sencilla y, precisamente, mágica. Pero, Dios detesta la magia y no suele hacerla por nosotros.
Entonces, te queda darte cuenta de tu situación, modificar tu mente, es decir, empezar a reformular tu Sistema de Creencias, y entonces habrá oportunidades para estar mejor.
Cuando tomas loas decisiones fundamentales, te das cuenta de que el camino está ahí.
No sé cómo ni cando, pero lo verás si te sacas las gafas enceguecedoras del EGO y comienzas a permitir a la NESHAMÁ guiarte.
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