Para ganar la pulseada

Según venimos aprendido al estudiar CABALATERAPIA, encontramos que toda relación humana es una pulseada de poder.
Nos cuesta descubrir alguna excepción, quizás tú pudieras abrirnos la mente para descubrirla.

Por ahora nos manejamos con esta idea, que se puede evidenciar con mayor o menor claridad, pero no falta.
Veamos algunos ejemplos para que se comprenda y no se malinterprete.

El padre que está para proveer, el hijo que es un receptor.
El hijo que arma un escándalo al no obtener satisfacción a un deseo o necesidad, el padre que se siente culpable y se somete a la manipulación.
El maestro que demanda tareas y actividades innecesarias y pesadas, el alumnado que acata por temor a las bajas calificaciones.
Los alumnos que conversan y boicotean el desarrollo de las clases, el maestro que no sabe qué hacer y permite que eso suceda.
El jefe de la oficina que exige que el personal se quede horas extras y sin paga, los empleados que sueñan con ser compensados por ello sabiendo que hasta ahora nunca ha sido así.
Los empleados que inventan excusas para llegar tarde, faltar, no cumplir con la tarea, mientras el jefe se desespera por poner algo de orden sin recurrir a “mostrar quien manda”.
La esposa que trata como un pelele al marido, éste que sufre en silencio mientras soporta y piensa que no encontrará otra mujer que le quiera.
El marido que cornea a la esposa como venganza por el destrato, en tanto ella sintiéndose desplazada redobla las agresiones en su contra.
La buena persona que va por la noche a dar un plato de comida caliente a uno que vive en la calle, éste que lo come.
El homeless que culpa a lo sociedad por su situación, el buen tipo que admite su culpa en el asunto aunque objetivamente ésta no exista.

Son unos poquitos ejemplos, simplemente para ayudar a comprender esa lucha de poderes que se da en las relaciones entre personas.

La propuestas sería mitigar el manipuleo que proviene del EGO,
para en su lugar actuar desde la NESHAMÁ,
es decir con el lenguaje del AMOR.
El cual se manifieste a través de la construcción de SHALOM,
que es realizar acciones de bondad y justicia,
a cada instante,
dentro y fuera de uno mismo,
tanto en pensamiento, palabra y acto.

Por ejemplo:
que en la pareja no se planteara el conflicto, sino el debate para alcanzar proyectos que se complementan.
Habrá peticiones de sobresalir en poder tanto de uno como del otro,
pero no para demostrar quien manda,
sino para ver como convertir las fortalezas en implementos para el mejoramiento de cada uno individualmente,
así como de la pareja y de la familia.

Este ejemplo lo puedes analizar y ver cómo aplicar al resto de las relaciones.
Con gusto leeré lo que publiques (en el post correspondiente que está en serjudio.com)  para que juntos podamos encontrar mecanismos de crecimiento.

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Jonathan Ortiz
Fabiola Alvarado

Parece una utopía, lograr que dos personas quieran salir ganando y que no sufra ninguna, al menos no por culpa del otro. Generalmente se observa al principio de las relaciones ya sea de amistad, pareja, negocios, académica… pero en el devenir siempre surten pruebas a las que ninguna de las partes creyó llegar y es en ese momento en que la relación o puede salir airosa o tambalearse y caer al foso.

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