"Pero los Hijos de Israel caminaron en seco por en medio del mar, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda"
(Shemot / Éxodo 14:29)
La gente se suele impresionar cuando ven "verdaderos milagros", hechos que asombran por su sorprendente efectismo.
Y en general se olvidan que la naturaleza, con todas sus maravillas, es en sí misma uno de los más grandes milagros. Un milagro cotidiano en el cual uno puede reconocer la grandeza del Todopoderoso a diario.
Basado en un pensamiento del Rav Elimelej de Lizensk
¡Les deseo Shabbat Shalom UMevoraj!
Moré Yehuda Ribco