Purim: dimensión interior revelada

“Meguilat Ester”, la narración del rollo de Ester describe un acontecimiento histórico, según confirma nuestra Tradición; pero en una lectura singular es también un manual espiritual de gran valía.
Esta segunda cualidad es compartida por todos los textos del TANAJ (Sagradas Escrituras judías), sin embargo, en el libro de Ester se destaca notoriamente este potencial redentor.
A través de sus jalones vemos pautas de cómo adquirir la madurez personal, la libertad del dominio del EGO, la estabilidad multidimensional tan anhelada y temida.
En su sencillez radica su profundidad.
En su simpleza mental se basa su potencia de liberación multidimensional.
En su aparente ausencia de Dios, pues no se lo menciona ni menta, se revela Su plenitud.

Es interesante observar que desde su propio nombre ya se descubre su virtud: Meguilá significa rollo, pero se asocia íntimamente a la voz “descubrimiento”, “revelación”; en tanto que Ester se vincula con “oculto”, “cubierto”.
Es la clave para que lo que está oculto sea descubierto, que la luz sea emanada, que las celdas sean abiertas, que los ojos contemplen sin dañarse.

Podemos advertir que son cuatro los personajes principales: el Rey (Ajashverosh/Asuero), la reina Ester, Mordejai y Amán.
Más allá de sus papeles en el drama real, representan también arquetipos, patrones internos de cada persona y según el misticismo cabalístico son patrones de conducta del Eterno.

Ya que nuestra intención es revelar un poco , y tan solo un poco, de la sabiduría oculta, atengámonos a los personajes en su rol de paradigmas y no como las personas reales que habitaron la Persia antigua.

Según consta en la Tradición, cuando en el libro de Ester se menciona al Rey a secas, no se está aludiendo al rey Ajashverosh, sino al Eterno.
El Rey que provee y decreta.
El Rey que domina y absuelve.
El Rey sobre todos los reyes.
Lo que podría ser Ajashverosh, a escala humana, si fuera libre del EGO, amo de su propia vida ((Favor de no confundirse y pensar que somos dioses, como se menciona en alguna religión, en la Nueva Era, en ciertas sectas cabalisteras, o dijera el serpiente edénico. No somos dioses, pero podemos emular las acciones de Dios y ser sumamente poderosos y factores de bendición.)).
Pero, el rey Ajashverosh, es torpe y dominado, macabro y patético, títere y monigote peligrosamente poderoso.
Ajashverosh es un niño en cuerpo de adulto, un bebe recién venido al mundo, ignorante, indócil, efusivo, carente de conciencia, falto de tino, desmesurado, angurriento, lleno de terrores, absolutamente hundido en la más profunda y oscura impotencia.
Pudiendo ser el Rey, no es más que una figurita desdibujada, una marioneta, un imbécil armado y sin control.
Ajashverosh eres tú, soy yo, cuando dejamos de lado nuestro Yo Auténtico para regodearnos en las caretas que nos van poniendo y se convierten en nuestro Yo Vivido, lejano y desconectado de nuestro Yo Auténtico.

Por su parte, Ester es la receptora de los dones de lo Alto.
Está en el papel de reina al mismo tiempo que en el de sierva.
Es beneficiada por el Rey, pero no deja de estar bajo su mandato.
Es la vocecita de la conciencia, la que no deja de estar conectada a la Fuente de Vidas, aunque esté sometida a disfraces, falsas identidades, secuestros, vidas falsas que debe llevar.
Es esa llamita perenne en nuestro interior, siempre enfocada en lo espiritual, pero que dudosamente reconocemos o admitimos como guía.

Amán es el EGO.
El amo detrás de las máscaras.
El pobrecito tirano.
El que se desespera por el 0.01% que no posee en lugar de gozar del 99.99% que está para su deleite.
El que odia, por no haber encontrado el amor a sí mismo.
El que destruye, difunde caos, perturba la calma, reduce a escombros la vida, apena y esclaviza.
El que anhela que los demás se arrodillen ante su presencia, para sentirse algo más que un débil pordiosero desamparado y sin poder.
El que manipula y juguetea con la tortura, para huir de su miseria vital.

Mordejai es la tendencia altruista, es la que permite a la persona estabilizar en armonía sus dimensiones, la que reduce al EGO a su mínima expresión, la que posibilita que haya sintonía entre el Yo Vivido y el Yo Auténtico.
Mordejai es quien salva, quien da vida, quien es bueno y justo siempre bajo el imperio de la lealtad superior.

El niño ñoño de Ajashverosh asienta en el poder y directriz del imperio a Amán, lo deja hacer y deshacer.
Siendo Ajashverosh el amo, se convierte en esclavo de su Amán.
Es Amán el señor del imperio, en tanto Ajashverosh es el monigote manipulado y vapuleado por su visir.
Eres tú, llevando la vida de fracasos que quieres aparentar de éxitos, a merced de tu EGO.
Tienes el palacio para gozar, la vida para disfrutar, la bendición constante para deleitarte, pero te estremeces lleno de miedo y dudas, iracundo y sufriente, porque el EGO está al timón y tu vida es un caos, aunque des mil excusas muy bien dibujadas para seguir engañándote.

En tu servilismo al EGO estás dispuesto a sacrificar lo más valioso que tienes: tu vida aquí y en la eternidad (representadas por el pueblo judío, en el relato de Ester).
En tu mansedumbre vil vejas a Ester, la sometes a tus nefastos delirios, simplemente para obedecer las órdenes oscuras y tenebrosas de tu Amán.
En tu bajeza ignoras a tu salvador, al único que vino a rescatarte, a Mordejai.
Cortas las alas a tu liberación, la encierras en una casa prostibularia, en tanto alientas el –falso- poder de Amán.
Te corrompes y corrompes al mundo.
Eso eres, un pobre Ajashverosh, que huye de la vida para hundirse en la muerte –aunque el corazón lata y se respire-.

Tal cual está relatado con fidelidad en la historia multidimensional de Ester, tal cual…
Te pido que la leas con cuidado, teniendo a mano está guía interpretativa. ((Lee solamente del hebreo original si eres judío y puedes hacerlo, o recurre a traducciones de judíos eruditos en Torá y leales a la Tradición, no a esas malas invenciones llamadas biblias cristianas o similares.))
Verás que no he añadido adjetivos, que no me he desviado de la impronta marcada por el sagrado texto.
Estamos hablando de tu realidad, aunque penosa de admitir… ¿no?
Estamos estudiando verdadera Torá, original Cabalá, sin palabrería, sin malabarismos ni trucos, sin apartarnos de la pureza que debemos poseer a la hora de hacer esta tarea sagrada.
Vamos señalando la celda y mostrando la llave para que abras la puerta y salgas a la Luz de Vida.

Ahora, ¿cómo destituir a Amán?
¿Cómo se hizo en la Meguilá para conseguir esta alta meta, beneficiosa en grado sumo para toda persona?

En lo personal te podría dar algunas indicaciones elaboradas a partir de otras fuentes fidedignas, pero atengámonos al relato y su instructivo de vida.
Daré algunas ideas, no todas, no en profundidad, dejaremos que el secreto siga resguardado para quien tenga la voluntad y capacidad de penetrarlo como, cuando y con quien le corresponda.

El comienzo de la derrota de Amán se encuentra en esta frase:

«Amán entró, y el rey le preguntó: -¿Qué se hará al hombre a quien el rey desea honrar? Amán pensó en su corazón: ‘¿A quién más deseará honrar el rey, sino a mí?‘»
(Ester / Esther 6:6)

Si se lo quisiera destituir directamente, daría una batalla “infernal”, sin tregua.
Si se le amenazara con quitarle un ápice de poder, se aferraría con uñas y dientes, llevando a cualquier desastre y ruina a la persona.
Si se le pretendiera matar, moriría la persona.
Entonces, el método elucidado en la Meguilá es el paradójico: es ofrecerle más poder, abierta y generosamente.
Que fantasee con dominar por completo a la persona, que se sienta plagado de honores, que se crea que ha obtenido la victoria total con la absoluta sumisión perpetua de la persona.
Que suponga que Ajashverosh jamás llegará a ser Rey, ni pretenderá siquiera intentarlo, dejando en el poder “de hecho” a Amán por siempre.
Que tenga ese deleite imaginario de poder plenipotenciario.
Que diseñe un plan para acariciar su oscuro ser, que el narcisismo aflore a pleno, que escoja cuales serán sus joyas y vestiduras de grandeza.
Que sienta poder, que sienta poder, que se sienta poderoso y sin contrariedades.
Cuando tenga todo listo para su apropiación, entonces derivarlo DE INMEDIATO y sin demoras hacia el altruismo, hacia las obras de bien y justicia.
No dar tiempo para excusas, marchas atrás, pataletas o rebuscados planes.
Que se ejecute “ya” actos de solidaridad, de beneficencia a otros sin esperar nada a cambio.
Que se vista de grandeza a otros, que se alegre el corazón del necesitado, que se pasee en carros de honor al prójimo, sin pedirle siquiera un gracias como pago.
Con esto se logra quebrar profundamente el –imaginario- poder del EGO sobre la persona.

Pero no basta, pues la Meguilá cuenta aún con un par de recursos más que deben llevarse a cabo.
Si se actúa solidariamente, con bondad y justicia, sin detenerse a mirar el deseo egoísta, puede ser un gran paso hacia la liberación; pero, bien pronto el EGO actuará para retomar el control.
Construirá excusas y trampas, organizará derrotas y humillaciones, vejará y avergonzará a la persona, para de esa forma asesinar su voluntad altruista.
Elevará una horca alta y cruda en medio de la plaza central de la ciudad para acogotar allí a la tendencia positiva.
Se tomará su venganza y no tendrá miramientos, con tal de alcanzar nuevamente la supremacía amada que lo aleja del sentimiento terrible de impotencia.
Será capaz de llegar a extremos espantosos, con el objetivo de seguir siendo el amo, aunque sea de un imperio devastado, de una vida arrasada, de un cuerpo mutilado y carente de vitalidad.
A ese punto es capaz de manipular el EGO resentido.

Hay que prestarle atención al EGO, darle un dulce para mantenerlo entretenido y calmado.
No se lo quita de un día para el otro, es una garrapata anhelante de succionarte la vida, pero por lo general sin quitártela por completo, a no ser que se vea estremecido y prefiera la extinción propia junto con la persona que lo aloja.

Para descubrir al Padre, primero debes descubrirte a ti mismo.
Debes verte al espejo espiritual y reconocer virtudes y defectos, mirar de frente al EGO que te devora, porque si continúas con excusas y huidas, no serás quien eres, ni estarás en contacto fluido con el Padre de Todo.
Es tiempo de escoger entre Dios y el EGO.
Entre madurar y ser tú mismo, o preserver el estado infantiloide, de impotencia manifiesta pero buenamente enmascarada.
Invita al Rey a tu vida… de la manera que solamente se debe hacer: cumpliendo los mandamientos que te corresponden de acuerdo a tu identidad espiritual. Si eres gentil son los Siete Mandamientos Universales, si eres judío los mandamientos que te tocan personalmente de los 613 globales.
Al invitar al Rey estás en posesión de nuevos recursos, que en realidad ya estaban a tu alcance, pero eras ignorante o impedido de usarlos.
El placer y la felicidad están en ti, pero prefieres someterte a las humillaciones del EGO en lugar de disfrutar de la bendición constante.

El Rey quiere colaborar contigo, quiere que seas rey de tu palacio interior.
La reina está anhelante, expectante por darte una gran mano.
Mordejai quiere convertirse en tu nuevo primer ministro, en el jefe de tus acciones de gobierno.
Solamente está Amán bloqueando tu dicha completa, tu plenitud, tu máximo potencial de gozo verdadero.
Siempre es Amán, al cual puedes derrotar si te lo propones y aprendes con maestros de La Verdad los métodos.
Puedes hacer mucho, por ahora con lo que te he enseñado, pero debes seguir andando el camino para hacer tu PURIM personal.

Feliz fiesta…

(Publicado originalmente el 15/3/2011)

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