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¿Alguna vez te has preguntado por qué Rosh Hashaná es un momento tan especial para la introspección y el cambio?
El Año Nuevo judío nos invita a sumergirnos en un profundo viaje interior, similar a una terapia espiritual. Pero, ¿qué herramientas tenemos para este viaje? La Cabalá, la profunda enseñanza de la verdad completa que nos trae el judaísmo, nos ofrece una perspectiva fascinante a través de los cuatro mundos espirituales.
Debes entender a a estos mundos no como lugares físicos, sino como diferentes estados de conciencia. Cada uno representa una forma distinta de percibir el mundo y nuestra relación con él:
- Asiá: El mundo material. Aquí nos sentimos a menudo limitados, enfrentando desafíos y sufrimientos. Es el mundo de la acción, donde nuestras emociones pueden nublar nuestra visión.
- Yetzirá: El mundo de la formación. En este nivel, comenzamos a ver un panorama más equilibrado, reconociendo tanto lo bueno como lo malo.
- Beriá: El mundo de la creación. Aquí, la perspectiva se vuelve más positiva. Vemos la bondad inherente en las cosas y nuestra conexión con lo divino se fortalece.
- Atzilut: El mundo de la emanación. Es el nivel más elevado, donde experimentamos una unidad completa con la divinidad y vemos solo bondad y perfección.
¿Cómo podemos ascender a estos mundos más elevados?
La buena noticia es que todos llevamos estos cuatro mundos dentro de nosotros. Al igual que el nombre de Dios, compuesto por cuatro letras, cada uno de nosotros contiene la potencialidad de experimentar estos diferentes estados de conciencia.
Rosh Hashaná nos ofrece la oportunidad de:
- Evaluar nuestras acciones: ¿Hemos actuado de acuerdo con nuestros valores más profundos?
- Arrepentirnos y buscar el perdón: Liberarnos de las cargas del pasado.
- Establecer nuevas metas: Aspirar a una conexión más profunda con lo divino.
Pero, ¿cómo logramos este cambio?
La Cabalá nos enseña que el estudio, la acción y las buenas obras (mitzvot) son claves para elevar nuestra conciencia. Al comprometernos con estas prácticas, refinamos nuestra percepción y nos acercamos a los reinos espirituales más elevados.
La creación misma es un reflejo de este viaje. Dios, al crear el universo, inició un proceso que va de lo espiritual hacia lo material. Nuestra tarea es invertir este proceso, ascendiendo desde el mundo material hacia los reinos espirituales superiores.
Importante: Rosh Hashaná es mucho más que un simple cambio de año. Es una invitación a explorar nuestro interior, a conectar con nuestra esencia divina y a construir un futuro más luminoso.
¿Estás listo para embarcarte en este viaje espiritual?
Preguntas para reflexionar:
- ¿En qué mundo te sientes más identificado en este momento?
- ¿Qué acciones puedes tomar para elevar tu conciencia y acercarte a los mundos superiores?
- ¿Cómo puedes integrar estos conceptos en tu vida diaria?
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