Yehudá Ben Temá solía decir: “Sé atrevido como el tigre, ágil como el águila, veloz como la gacela y valiente como el león para hacer la Voluntad de tu Padre que está en el cielo”.
(Mishná Avot 5:20)
Enseñamos que el hombre precisa de conocimiento teórico, realización práctica y las actitudes acertadas para llevar a cabo cualquier tarea de manera eficiente y efectiva.
Sea para cumplir la Voluntad del Eterno o para las cosas que en apariencia están menos conectadas con Él.
En la Tradición nos explicitan que cada uno ha de comprometerse con la Torá, las Mitzvot y las Midot.
Esto es, la instrucción, el mandamiento y los valores existenciales.
Los judíos tienen sus propias Torot y Mitzvot, al igual que los gentiles tienen su código y sus reglas dadas por el Eterno.
Compartimos las cualidades, lo que podría denominarse también como “Derej Eretz”, que como sabemos “kadmá laTorá”, es decir, antecedió a la Torá.
Sobre estas tres piernas reposa el mundo y por tanto la persona.
Sé cuidadoso y a la vez amoroso en el estudio de la Torá que te corresponde (sea la judía o la noájica), en llevar a cabo los preceptos que son para ti (aquellos que te tocan dentro de los 613 si eres judíos, los Siete Universales si eres gentil) y trabaja con dedicación para mejorar tus aspectos emocionales y actitudinales para de esa forma realizar la mejor versión posible de ti mismo.
Si así procedes, estarás beneficiándote y así también con el prójimo y el entorno.
Vale la pena.
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