A partir del octavo día

Esta semana corresponde leer la parashá llamada Tazría -"Conciba"-, que es lacuarta del tercer tomo de la Torá, el sefer Vaikrá, conocido en español como "Levítico".

Al poco de comenzar la lectura, nos encontramos con la reiteración de una mitzvá que ya anteriormente se nos había ordenado:

"Al octavo día será circuncidado el prepucio de su hijo"
(Vaikrá / Levítico 12:3)

Como en la Torá nada hay que sea accesorio o sin valor, esta repetición sirve para enseñarnos algo.
En este caso, entre otras cosas, es que a cómo dé lugar el brit milá debe ser hecho al octavo día de nacimiento, si es que las condiciones sanitarias y de salud del recién nacido lo permite.
Esto nos lleva a una situación paradójica, que en Shabbat o en Iom Kippur se efectúe la circuncisión.
Es algo extraño, pues Dios nos ordena de abstenernos de melajá -labor creativa- en estos días, y toda operación quirúrgica (entre las que se incluyen las circuncisiones)es una melajá.
¿Hay modo de explicar esta aparente contradicción de reglas de parte de Dios?

Y la respuesta es: ¡por supuesto!
Si es con la intención de preservar la vida y de un grave daño a la salud está permitido, incluso es obligatorio, profanar el Shabbat o Iom Kippur.
Así pues, una operación quirúrgica de vital urgencia, es una obligación que sea hecha en Shabbat.
Pero, ¿acaso el brit milá es una operación de vital urgencia? ¿Acaso no se puede demorar por 24 horas?
La respuesta es: no se puede demorar, pues ¡es vital para el espíritu del judío!
Ya que, la salud espiritual del varón judío no está en condiciones óptimas hasta que no ha sido circuncidado de acuerdo a lo que la Torá ordena.
Por tanto, el bebe ciertamente está en peligro, y si es necesario rescatarlo en Shabbat por medio del brit milá, es un acto de absoluta justicia y valor hacerlo.

¿Qué aprendimos con este breve comentario de la parashá?

  1. Que Dios sabe lo que ordena en Su Torá.

  2. Que en la Torá no hay contradicciones.

  3. Que tampoco hay repeticiones sin valor.

  4. Que resguardar la vida precede al cumplimiento de los preceptos taasé -de acción-.

  5. Que la santidad del Shabbat se refuerza cuando se rompe alguna de sus reglas con tal de salvar una vida humana en inminente peligro de muerte.

  6. Que el brit milá es una señal de la alianza eterna entre Dios y los judíos, y además es la adquisición de integridad espiritual del varón judío.

  7. Que en tanto no tenga en su carne la circuncisión, el varón judío está con su espíritu debilitado.

  8. Que a veces lo que es una quita de lo material, se corresponde con una aumento en lo espiritual.

  9. Que la vida es un constante perfeccionamiento, ya que nacemos incompletos y son nuestras acciones las que nos van modelando y mejorando.

  10. Que desde el comienzo es imprescindible actuar de un modo positivo, coherente con el deseo de Dios.

¡Les deseo Shabbat Shalom!

Moré Yehuda Ribco

 

Relato

El sumamente malvado procurador romano Turnus Rufus hostigó a Rabbí Akiva: ‘¿Cuáles hechos son más valiosos, los de vuestro Dios o los de los humanos?’
Rabbi Akiva respondió extrañamente que los actos de los mortales son más valiosos.
El perverso Rufus quedó sorprendido, pues él en su ignorancia suponía que la creación del universo, tal como está relatada en la Torá, supera en valor cualquier obra humana.

Siguieron debatiendo, entonces el romano pecador interroga: ‘¿Por qué hacen la circuncisión? ¿No es acaso una salvajada contra un pobre indefenso? ¿Qué necesidad hay de tanta violencia nacida de la religión?’
Como respuesta, Rabbí Akiva trajo de la cocina un puñado de trigo, y en su otra mano una tortas. Le enseñó los granos y dijo: ‘Éste es el trabajo de Dios.’
Levantó las tortas y añadió: ‘Y esto es la obra de los actos del hombre. ¿Acaso comes tú el grano natural, o escoges las tortas elaboradas.’
Rufus en su dureza de mente y corazón inquiere: ‘Si su Dios hubiera querido que los varones fueran circuncisos, así los haría nacer. No sería necesario proceder a cortar el prepucio a los días de nacido’.
El Sabio judío responde con otra pregunta: ‘¿Por qué es imprescindible cortar el cordón umbilical del recién nacido, no debería nacer el niño con el cordón ya cortado?’
El Midrash Tanjuma nos ilustra de que el Eterno nos quiere como Sus socios en la creación continua.
La circuncisión así como los otros preceptos sirven como mecanismos para asociarnos a Dios en Su tarea, y ser activistas en el mejoramiento del mundo desde el mismo comienzo de nuestra vida en Este Mundo.
Preguntas:

  • ¿Cómo se puede relacionar este relato con el tema de la autoestima?

  • ¿Por qué Dios nos quiere como Sus socios en la creación continua?

  • ¿Qué es la "creación continua"?

  • ¿Por qué Rabbí Akiva privilegia la acción humana sobre la acción divina?

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