«כֹּ֣ה ׀ אָמַ֣ר ה אַל־יִתְהַלֵּ֤ל חָכָם֙ בְּחׇכְמָת֔וֹ וְאַל־יִתְהַלֵּ֥ל הַגִּבּ֖וֹר בִּגְבֽוּרָת֑וֹ אַל־יִתְהַלֵּ֥ל עָשִׁ֖יר בְּעָשְׁרֽוֹ
כִּ֣י אִם־בְּזֹ֞את יִתְהַלֵּ֣ל הַמִּתְהַלֵּ֗ל הַשְׂכֵּל֮ וְיָדֹ֣עַ אוֹתִי֒ כִּ֚י אֲנִ֣י ה עֹ֥שֶׂה חֶ֛סֶד מִשְׁפָּ֥ט וּצְדָקָ֖ה בָּאָ֑רֶץ כִּֽי־בְאֵ֥לֶּה חָפַ֖צְתִּי נְאֻם־ה : ס
Así ha dicho el Eterno: ‘No se alabe el sabio en su sabiduría, ni se alabe el valiente en su valentía, ni se alabe el rico en sus riquezas.
Más bien, alábese en esto el que se alabe: en entenderMe y conocerMe que Yo soy el Eterno, quien hace bondad, juicio y justicia en la tierra. Porque estas cosas Me agradan, dice el Eterno.»
(Irmiá/Jeremías 9:22-23)
Para todos aquellos que dicen querer seguir al Eterno, serLe fieles, llevar una vida espiritual, en estas palabras del profeta está resumido lo que tienen para hacer con su vida.
Lo que agrada al Eterno, según Él Mismo explicita, es hacer BONDAD, JUICIO Y JUSTICIA EN LA TIERRA.
NO pide fe, ni tampoco emuná, aunque resulte extraño y difícil para algunos entenderlo y asumirlo.
El Creador tampoco está pidiendo rituales, ni sacrificios, ni hacer piruetas extrañas mientras se baila y aplaude.
No dice cantar lemas religiosos, y mucho menos a Él agrada que uno se vista de determinada manera propia de disfrazado.
A Él no se lo compra con dinero, ni con manifestaciones de poder, ni tan siquiera siendo una persona sabia.
Aunque las tres son vivencias agradables, cuando están dentro de los marcos de lo saludable y permitido, y pueden aportar mucho bienestar a la persona y el entorno, NO son la finalidad de esta vida ni tampoco el camino para manifestar a Dios en el mundo.
Son herramientas para usar bien, oportunidades para disfrutar de placer, medios para un fin mucho más elevado que viene marcado por la código ético/espiritual.
En síntesis, es la construcción de SHALOM, con pensamientos, palabras y acciones de BONDAD y JUSTICIA, las que agradan el Eterno.
El resto, pueden resultar cuestiones importantes, adecuadas, necesarias incluso, pero NO SON el corazón que mueve la relación sagrada con el Eterno.
NO ES la opinión de un rabino, ni siquiera la conclusión de un grupo de amigos sabios. ES Dios manifestando Su Voluntad a través del profeta.
Aquel que quiera contradecirlo, está en su derecho, pero también encontrará que deberá hacerse cargo de los daños que ocasione con su conducta. Daños a sí mismo y a todos los otros que perjudica con enseñanzas religiosas, y por tanto contrarias a la espiritualidad. Llenas de EGO y con poca NESHAMÁ. Con mucho marketing y show, pero poco y nada de lealtad al Creador.
En resumen, llevar una vida de bondad y justicia a cada momento, en pensamientos, palabras y acciones.
Para de esa forma estar comprometido con el código ético/espiritual, revelado por Dios en los mandamientos que ha dado a los gentiles a través de Noaj/Noé y a los judíos en la Torá.
Construye SHALOM, así estarás encarnando la Divina Voluntad y por tanto Él hará tu voluntad.