El maravilloso camino espiritual que te ha regalado Dios
El judaísmo es la forma de vida natural para la gente judía.
Recordemos que la ley judía define a la persona judía como aquella que ha nacido de madre judía, y también es judío aquel que habiendo nacido de madre gentil decide convertirse al judaísmo y por ello realiza el correspondiente proceso de conversión legal, leal y formal al judaísmo de acuerdo a las reglas al respecto.
Recordemos que no se es judío por sentimiento, ni por considerarse judío “espiritual”, ni por hacerse pasar por judío, ni por tener algún lejano familiar judío, ni por algún apellido que se use, ni por ropas que se vistan, ni por amar a Israel, ni por creer en tal o cual cosa, ni por ser parte de una secta cristiana que se dicen “judíos mesiánicos” (o similares), entre otros que a veces confundidos se consideran a sí mismos judíos. Es decir, si alguien no nace de madre judía, no es judío; a no ser que complete cabalmente el proceso de conversión y sea recibido formalmente a la familia judía como lo determinan las reglas para ello.
Volviendo al comienzo de este post, el judaísmo es la forma de vida natural para la gente judía.
Es decir, es propio para judíos y no para aquellos que no lo son.
Los gentiles (que es una forma de referirse a los que no son judíos) tienen su propia forma de vida espiritual, que les pertenece, que les corresponde, que Dios ha definido como apropiada para su raíz espiritual. A esta forma de vida idónea para los gentiles se la llama últimamente como noajismo, habiendo tenido otros nombres. A pesar de que el nombre noajismo es nuevo, debemos tener bien en claro que no es un invento reciente y mucho menos es una fabricación de los judíos para los gentiles.
El noajismo, o sea, el camino de vida espiritual perfecto para los gentiles, está en la humanidad desde el instante cero de nuestra aparición como especie en este mundo.
Adam ya tenía aquellos mandamientos noájicos, aunque no se llamaban así evidentemente.
Estos siete mandamientos fueron luego repetidos y confirmados como pacto eterno entre Dios y la humanidad con Noaj/Noé y sus descendientes luego de que Dios los salvara del diluvio. Es por ello que se le suele denominar como “noájicos”, es decir, propios de los descendientes de Noaj/Noé.
Resumiendo, el noajismo, o camino de vida espiritual idóneo para los gentiles, es el legado y mandato y pacto de Dios con todos los humanos.
Por su parte, la esencia del judaísmo radica también en el legado y mandato y pacto de Dios pero con los judíos en particular.
En realidad, es con los hijos del pueblo de Israel, pero por cuestiones que no vienen al caso actualmente a éstos se les llama genéricamente judíos, aunque no todos sean directos descendientes de la tribu de Judá/Yehudá.
Entonces, un gentil debe acatar y vivir los mandamientos que Dios le ha dado. No importa si cree o no cree, eso es lo que su alma anhela y Dios quiere que haga. No importa si cree en tales dioses o se afilia cual religión, porque eso es invento humano; lo que sí importa es que conozca sus mandamientos, esos siete que Dios quiere que cumpla, y los cumpla.
También importa que respete el legado y patrimonio de pueblo judío y no quiera usurpar lo que Dios ha dado a los judíos. Si bien es cierto que parte de ese legado puede ser asumido por los gentiles, pero NO como cumplimiento de algún mandamiento divino, porque Dios NO se la ha ordenado al gentil, sino al pueblo judío. Entonces, por poner un ejemplo, un judío que honra a su padre y madre no solamente está siendo éticamente impecable en eso, sino también cumpliendo un mandamiento. En tanto que el gentil que está haciendo lo mismo, está siendo éticamente impecable, merece elogios y recompensas en el mundo de la eternidad, pero NO está cumpliendo un mandamiento de origen divino, porque Dios no se lo ha mandado.
Cabe anotar que hay algunos mandamientos para los judíos que absolutamente NO deben ser tomados prestados por los gentiles, porque estarían usurpando una identidad y lugar que no les corresponde y si lo hicieran estarían ofendiendo al Creador. Son los mandamientos que explícitamente Dios ha dicho que son para los judíos, en particular aquellos mandamientos que Él denomina como señal del pacto eterno entre Él y los judíos: Shabat, fiestas judías, tzitzit, mezuzá, tefilín, estudio de Torá.
El gentil tiene el paraíso ganado cumpliendo con sus siete mandamientos, son siete, muy esenciales y elementales. Con ellos ya tiene ganado el paraíso, ¿o entiendes? No tiene que romperse el lomo cumpliendo cosas raras y privándose de cosas cotidianas. Solamente cumplir estos siete mandamientos porque es lo que Dios pide de él: no adorar otros dioses, no maldecir a Dios, no asesinar, no tener sexo con la esposa de otro (esposo de otra), no robar, no comer parte de animal aún con vida y fomentar que haya cortes de justicia en su sociedad. Con esto el gentil está en un estado de santidad que le conecta con la eternidad, que le compra un sitio brillante en el deleite eterno. No precisa de más cosas. Por supuesto que si quiere tener una sociedad y una vida particular mucho más rica y plácida, puede complementar con otras conductas estupendas, por ejemplo: honrar a los padres, no mentir, no violar, no jurar en falso, no secuestrar, hacer justicia social, cuidar el ecosistema, hacer bondad, hablar Con Dios, visitar enfermos, cuidar ancianos, dar caridad, pedir perdón, ayudar a los judíos a que vivan a pleno su judaísmo, entre otras conductas maravillosas que fortalecen y sanan a las personas y los colectivos. No estará cumpliendo mandamientos divinos, porque Dios no se los ha ordenado, pero estará complementando su pan espiritual con una riquísima salsa.
Pero de ninguna manera agrega mejoría a su vida o a la de su sociedad si se disfraza de lo que cree que es judío, o dice palabritas en hebreo (y menos en hebrañol), diciendo que estudia Torá de los judíos, usurpando fiestas o costumbres judías, siendo oveja de algún rabino (y seguramente que es una aberración si es un pastor que se hace pasar por rabino, como el ejemplo de netzaritas, efraimitas, mesiánicos o similares).
Pueden los gentiles armar sus comunidades de noájidas, por supuesto. No precisan permiso ni guía de rabinos o maestros judíos, porque se supone que es parte de nuestra naturaleza humana formar comunidades y sostener lazos sociales.
Si quieren tener orientación en sus mandamientos, porque no los tienen claros, porque han estado perdidos en religiones, porque no tienen conocimiento; entonces sí, la ayuda de algún maestro judío entendido en noajismo es oportuna, pero que no se convierta eso en una rabino-dependencia o judeo-dependencia. Mucho menos que se hagan dependientes de costumbres judías y vivan en caos mental y emocional. Son noájidas y la humanidad completa es su identidad, no el restringido grupito pequeñito de los judíos. Los judíos tienen sus propios mandamientos, sus tareas sagradas que realizar, entre las cuales es ser luz para las naciones. ¡Pero no haciéndose cargo de los gentiles como si fueran bobos! Los gentiles son en su inmensa mayoría maravillosos, estupendos, brillantes, aunque se encuentren perdidos en las prisiones mentales y emocionales de las religiones. Entonces, que no se crean que se precisa del alumbrado maestro judío para ser “algo”. Son todo lo que tienen que ser, Dios les ha dado directamente a los gentiles sus mandamientos y es su propia responsabilidad conocerlos y cumplirlos.
Los judíos son el faro para sacarlos del peligro, para devolverles su propio patrimonio que los gentiles han olvidado por reemplazarlo con idolatrías e ideologías, pero no para ser los capitanes de los barcos gentiles.
Los judíos son el faro cuando conocen sus propios mandamientos y los cumplen, porque de esa manera enseñan a sus hermanos noájidas que tienen sus propios mandamientos y la responsabilidad de conocer esos siete mandamientos y cumplirlos y transmitirlos fielmente a sus descendientes.
Un pequeño detalle, no tan pequeño: en la Torá NO tiene porqué estar explícito todo esto, porque es la Torá que Dios ha dado para los judíos, con sus propias historias, mandamientos y cuestiones. El legado de los noájidas lo guardamos los judíos de buena onda, y para cumplir con aquello de ser sacerdotes de Dios en el mundo. Pero NO esperes que los judíos nos hagamos cargo de lo que es TU carga, ni tampoco esperes que NUESTRA Torá esté dedicada a TUS cuestiones.
Por supuesto que hay mucho más para compartir, y lo hemos hecho durante al menos dos décadas. Tienes montón de material publicado en https://serjudio.com y https://fulvida.com , si te interesa está libre y gratuito para que te informes y aprendas. Y si quieres discutir, ¡qué sea con fundamentos no con sentimientos! Igualmente, con los cientos o miles de estudios publicados no creo que haya mucho para debatir…
¡Que todos podamos vivir de acuerdo a nuestra identidad espiritual!
Eso nos hará salvos, felices y libres.
Si quieres dar una mano a esta tarea sagrada, se agradece y se recompensa desde Arriba: https://serjudio.com/apoyo