Resp. 3512 – Plegaria y amor

Muchas gracias por contestar mis correos creo que nuestra calidad de seres humanos antes de judíos o cristianos se mide en el bien que hacemos,
le agradezco su sinceridad para con migo y su amabilidad para contestarme créame que tomo en cuenta su invitación a leer sus artículos, y espero que pueda responderme solo 3 cosas dígame con sinceridad
1- como hace oración
2- que es el amor y
3- por ultimo hay algo mas poderoso que estas 2 cosas ?
De ante mano muchas gracias le escribiré cuando tenga dudas mas amplias y créame q desde hoy usted esta en mi oración
Dios lo bendiga
Alfonso Villaseñor
México

Shalom,
"¡Bendito el que viene en el nombre del Eterno!" (Tehilim / Salmos 118:26).
Bienvenido nuevamente y gracias por enviarnos su interesante misiva.

Espero que las palabras de dulce amonestación que le dirigí ayer, en la Respuesta 3511, entren profundamente en su corazón y sirvan para romper las cadenas espirituales que lo están asfixiando.
Ruego al Eterno que pueda usted hacer el pequeño esfuerzo de quebrar la ligadura oscura que lo une con esa religión ajena a Dios, para que de esa manera haya otro miembro de la Luz activando para bendición del mundo.
Salga del arca de confusión que lo aprisiona, SEA LIBRE, yo presiento que usted ya está en el buen camino del noájida, de a poco eliminando la falsedad y la idolatría de su vida.
SEA VALIENTE para SER LIBRE.

Ahora, las respuestas en su orden.
Por supuesto que seré sumamente breve, puesto que todas estas preguntas ya las he respondido en otras ocasiones, y además implican temáticas que ocupan bibliotecas enteras.

1- ¿Cómo hago yo oración, me pregunta?
Y realmente, poco importa lo que personalmente hago.
Mejor le oriento brevemente en como debe usted rezar, para que sea usted quien también tenga una franca, sincera y verdadera comunicación con el Padre celestial, y no meramente un murmullo confuso y quizás ofensivo contra Él (recuerde que cuando reza en nombre de idolatría, ejemplo Jesús, aunque su rezo esté dirigido al Padre celestial, aunque su intención sea buena, usted realmente está insultando a Dios, provocando a maldición su vida).

Hable con el Padre celestial, directamente con Él.
Sin intermediarios, sin invocaciones a seres ajenos, sin asistencia de imágenes u otras inmoralidades espirituales.
Hable con Él, con el respeto que se le dispensa a un rey inmensamente poderoso, que es juez y señor.
Pero, hable con Él con la confianza y ternura con la cual un pequeño niño se dirige a su padre.
Abrá su corazón al Padre celestial, confiese sus pecados, sus deseos, sus ilusiones, sus fracasos, sus logros.
Sea usted ante Él, y no solamente un mero repetidor de eslóganes, lemas, frases hechas por otros.
Sea usted y no tema pedirLe, como un hijo al padre, pida con seguridad, pero con mesura, recuerde que a pesar de lo que le adiestraron, Dios es el Señor y usted el siervo, Él no muere por usted pero usted debe ofrendar todo por Él.
Pida para otros, por supuesto.
No se quede en el egoísmo, en el aprecio por usted mismo, ya que la única oración intensa es aquella que busca la bendición de la comunidad y no solamente la ambición personal.
Pida por otros, incluso por sus adversarios. Pida para que muera el mal, la corrupción, el pecado, la mentira, la idolatría, las religiones ajenas, todo lo que perturba el mundo de bienestar y belleza que el Padre ha diseñado.
Y agradezca.
Agradezca sin pudor.
Por todo, incluso por eso pequeño que cuesta reconocer que es don del Eterno.
Hasta por lo que parece que es un defecto agradezca.
Sea un agradecido, reconozca las bondad que constantemente recibe desde lo Alto.
Y, no olvide alabar al Eterno. Pero, para no incurrir en las blasfemias cotidianas de los ineptos y los de las religiones, solamente emplee párrafos de los Salmos, en traducción judía y erudita. Gloríe al Padre celestial pronunciando un par de salmos de alabanza, dirigidos a Él, y solamente a Él.
Y que su rezo no sean ni gritos destemplados, ni palabras mudas del pensamiento, sino un diálogo que surge de sus labios, apenas audible por usted.
Y dése tiempo para reflexionar, para reconocer sus errores y confesarlos ante Él, y no ante clérigos o supuestos seres iluminados. Que el rezo le sirva como trampolín para crecer, para mejorar, para aproximarse al Padre.

Eso es más o menos como yo rezo… vio, al final obtuvo respuesta a su pregunta…

2- ¿Qué es el amor?
Amor es hacer por otro aquello que es lo mejor para él, y que no atenta en contra del orden impuesto por el Eterno. Y por supuesto, hacer sin esperar absolutamente nada a cambio. Nada de nada. Ni siquiera las gracias, mucho menos una porción de paraíso.
(Al margen, el eximio Maimónides catalogaba la plegaria como el servicio de amor. No en vano.)

3- Por supuesto que hay cosas más poderosas.
Dios.
La Torá.
El cumplimiento sincero de los mandamientos que Dios nos ha dado, por ejemplo.
La comunidad de fieles unida bajo la verdadera bandera de la Torá.
La comunidad trabajando por el bienestar común.
La oración y el amor son valores sustanciales, pero supeditados a valores supremos.

Para finalizar, lo sigo esperando del lado de la Luz, lejos del caos de la idoaltría de los seguidores de falsos dioses, falsos maestros, falsos salvadores.

Si le quedan dudas pertinentes, hágalas llegar.

Iebarejejá H’ – Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom.

Moré Yehuda Ribco