La terquedad, es decir la necia ceguera e incapacidad para siquiera pensar otras opciones,
demuestra debilidad y flacos principios de vida.
Por el contario, aquel que es constante y leal,
está expresando con su forma de ser
fortaleza, dignidad y valentía.
Una cosa es ser rígido, al punto de quebrarse al menor movimiento y temblar de pavor solo al imaginarlo;
otra bien diferente, es ser flexible dentro del rango de lo permitido y aceptable.
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