El primer Shabat luego de TISHÁ BEAV es conocido en la Tradición como “Shabat Najamú”, pues con esta palabra comienza la Haftará, la lectura del profeta que acompaña la Sidrá (porción de Torá que es leída el sábado de mañana en la sinagoga).
Es el gran profeta Ieshaiá/Isaías el que está expresando la Voluntad del Eterno, que se duele por el sufrimiento de la nación, por la destrucción, por el exilio, por la distancia con Sus hijos y entonces proclama con cariño y poder:
«נַֽחֲמ֥וּ נַֽחֲמ֖וּ עַמִּ֑י»
“Najamú, najamú amí”
“¡Alienten, alienten a Mi pueblo!»
(Ieshaiá/Isaías 40:1).
Es que, el tiempo de la tragedia ha terminado y debe comenzar la etapa de la reconstrucción, del retorno, de crecer por sobre las ruinas del pasado. Por ello, es que en cada uno de los siguientes siete shabatot se leerá una Hafará diferente con un sentido en común: animar a la nación judía, llevarla al empoderamiento.
Tal como ha sido la cíclica historia de nuestra nación, con momentos de soberanía y otros de caída, con fechas para la alegría y al lado las de angustia, períodos de debilidad y aquellos en los que podemos estar firmes escogiendo nuestro destino. Lo podemos sintetizar como ciclos de: ascenso > dificultades > caída > reconstrucción.
Al aprender de nuestra historia, al tomar conciencia de los motivos que se repiten, quizás podamos algún día hacer un cambio fundamental, y por ejemplo eliminar (minimizar) las dificultades auto producidas y de esa manera evitar las caídas, o quizás mitigarlas para que no sean tan dramáticas como tantas en nuestro pasado. Esto vale también para educarnos para nuestra vida individual: ser más conscientes, estar más atentos, aprender de una buena vez a no tropezar tantas veces con las mismas piedras.
Esa es la idea de la famosa Era Mesiánica, el estar despiertos y no seguir cayendo en idénticos errores, dejar de actuar desde el egoísmo, contribuir para que todos podamos disfrutar de un mundo mejor.
Y esta parashá, Vaetjanán, es una muy destacada en este aspecto. Para entender el porqué, permíteme hacerte un repaso de sus temas:
- Síntesis general: Moshé concluye su recuento de los hechos de los últimos años, centrándose en algunas de las lecciones aprendidas de la peregrinación de Israel por el desierto. Luego comienza un largo discurso sobre los mandamientos, revisa las leyes previamente recibidas, presenta nuevas e insta a una observancia atenta de nuestra conducta.
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Al final del capítulo 3, Moshe relata cómo imploró a Hashem para que le autorizara ingresar a la Tierra de Israel. Sin embargo, Hashem rechazó su pedido y solo le permitió ver la tierra desde lejos.
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En el capítulo 4, Moshe anima a los judíos a obedecer los mandamientos porque, les explica que, es la manera de estar cerca de Dios y un ejemplo para otras naciones. Moshé les recuerda que Hashem no apareció como ninguna imagen o forma en el Sinaí, y que, en consecuencia, los Hijos de Israel no deberían adorar ninguna representación. Moshé también predice que Israel adorará la idolatría en el futuro y será exiliado como resultado, pero que Hashem no los abandonará, y eventualmente se arrepentirán y regresarán a Hashem. El capítulo concluye con la designación de Moshé de tres ciudades de refugio en el lado oriental del río Jordán, para el que cometió un asesinato de manera involuntaria.
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El Capítulo 5 vuelve a contar la entrega del Decálogo y la petición de la nación de que Moshé sirva de intermediario para transmitirles las palabras de Hashem.
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El Capítulo 6 contiene exhortaciones generales sobre amar a Hashem, observar Sus mandamientos, recordarlo en tiempos de abundancia y abstenerse de la adoración de ídolos. Aquí tenemos el SHEMÁ ISRAEL, que fue desde entonces la clave esencial del judaísmo.
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El comienzo del capítulo 7 advierte a Israel de tener cuidado con los pactos con pueblos enemigos, porque no siempre las palabras dulces esconden intenciones amistosas.
Ahora, para profundizar mientras reflexionamos: ¿por qué crees que el Decálogo es una base fundamental para la civilización?
¿Sabrías enumerar de memoria los catorce mandamientos que componen el Decálogo?
¿Encontraste alguna relación entre la temática de la parashá y el aliento que estas siete semanas traen para el pueblo judío?