El monumento imperecedero

Esta relatado esta semana en la Torá:

"Nóbaj fue y tomó Quenat y sus aldeas, y la llamó Nóbaj, según su propio nombre."
(Bemidbar / Números 32:42)

¿Quién es este Nóbaj?
¿Alguien lo conoce?
¡Por favor!

El célebre Rashi citando a Rabí Moshé HaDarshán, nos explica que este párrafo significa que el nombre de Nóbaj no perduró, sino que se esfumó de los anaqueles de la memoria histórica.

Al respecto, el eximio Rabí Shimshon Rafael Hirsh, no enseña que esto es un gran principio rector para nuestras vidas: monumentos, estatuas y edificios nombrados en honor a alguna persona pueden ser modificados o destruidos; sin embargo, sus buenos actos realizados, y los logros espirituales son verdaderos monumentos que permanecen incólumes.

Por lo cual, lo sabio y provechoso es dedicar esfuerzo, energía, tiempo y ganas a lo que tiene un valor mayor e imborrable (los actos bondadosos, el cumplir con los mandamientos del Eterno), antes que a lo que se pierde ni bien se gira una página del frágil libro de la vida (todo lo que es material).

Es interesante notar que cuando el espíritu de la persona que ha fallecido se presenta ante el Juez celestial, no le salen como abogados defensores ni el número de ciudades por ella conquistadas, ni los libros de cuentos leídos, ni las golosinas comidas, ni el dinero en el banco acumulado, ni las catedrales que ha edificado, ni las estrellas de Hollywood que idolatra, ni los Oscar en sus vitrinas, ni las novias de una noche a su haber, ni… nada de estas cosas…

Los abogados celestiales de la persona son: sus buenas obras, las mitzvot que ha cumplido, las palabras de Torá que ha bebido, y también las buenas obras de sus descendientes y discípulos, que se constituyen en el monumento material que vence las pesadas cadenas de la materia moribunda.

Así pues, la verdadera herencia que uno puede dejar,
el verdadero buen nombre que perdura,
no se encuentra en el dinero, el poder, la fama, las ciudades a su nombre o similares,
sino en aquello que uno ha dado con generosidad sincera al prójimo.

Esto, la generosidad, es satisfacción en Este Mundo, y gozo en el Mundo Venidero.

¡Aproveche esta enseñanza! (es parte de mi herencia para usted).

¡Les deseo Shabbat Shalom UMevoraj!

Moré Yehuda Ribco

Relatos, anécdotas y enseñanzas

El maguid de Mezritch dijo a sus alumnos:
‘Quiero mostrarles el camino correcto y excelente para captar la Torá.
No debe la persona estar atenta a sí misma en absoluto al momento del estudio, sino que ha de ser por completo una oreja atenta a lo que el universo del habla le está comunicando.
Porque aquel que empieza a oír sus propias cosas, termina de inmediato de estudiar".

Preguntas y datos para meditar y profundizar:

• ¿Cómo se puede relacionar este relato con el comentario que brindamos de la parashá?

• ¿Por qué el "YO" suele ser un impedimento para la comprensión?

• El mundo al revés
  El profeta auguró una época en la cual: "El vil nunca más será llamado generoso; ni noble, el canalla." (Ieshaiá / Isaías 32:5).

  • ¿Por qué esto será así solamente en la Era Mesiánica?

  • A partir de este versículo de indudable verdad, ¿cómo explicar que actualmente sean los asesinos (como Arafat y los suyos, por ejemplo) los tenidos en alta estima por las muchedumbres ingenuas e incrédulas?

  • ¿Conoce usted alguna situación cercana a usted en la cual el mezquino es considerado como generoso, y el perverso como un santo?

• Satisfacción asegurada
  En el inspirado libro de los proverbios de Salomón, se nos ilumina con la siguiente verdad: "La persona generosa será prosperada, y el que sacia a otros también será saciado" (Mishlei / Proverbios 11:25).

  • ¿Cómo explicar que aquel que da de lo suyo, finalmente es el que recibe prosperidad desde Arriba?

  • ¿Por qué el que sacia a otros también siente saciedad?

  • ¿Es capaz usted de describir concreta y brevemente la "generosidad sincera"?