"Ciertamente amonestarás a tu prójimo, para que no cargues con pecado a causa de él." (Vaikrá / Levítico 19:17)
Esta semana la mitzvá central es "Amarás a tu prójimo como a ti mismo, Yo Soy H’" (Vaikrá / Levítico 19:18).
Varias son las condiciones para llegar a cumplirla con cabalidad, y sin dudas, la mitzvá de amonestar al que está faltando a su deber, o al que está encaminado en un mal camino, es el inicio del amor al prójimo.
Amar, suponiendo que todo es idílico, todo sobre algodones (en cualquier relación: esposos, novios, amigos, padres e hijos, hermanos, etc.), no es amor, sino perjudicar al otro y a uno mismo.
Es básico saber diferenciar lo que está bien de lo que no lo está.
Poder discernir entre lo bueno y lo mejor.
Para de esa forma, arreglar lo que no está bien encauzado, y poder realmente construir junto a otra persona una relación de crecimiento integral.
Preguntas para esta semana:
- ¿Qué fue la primera cosa creada santificada por H’?
- ¿Por qué ser santos?
Algo acerca de la parashá Kedoshim ("Consagrados…")
El tema central de esta semana en la parashá, es lo que nos ordena la Torá: que seamos santos, tal como H’ lo es. Para lo cual cada integrante del pueblo de Israel debe cumplir lo mejor que pueda con las mitzvot. No en vano en esta parashá se pueden enumerar 50 mitzvot, quizás la más famosa de todas: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo, Yo soy H’".
¿Qué es ser santo dentro del judaísmo?
Hacer lo que es correcto siempre; ser especiales reconociéndonos como personas valiosas, ser únicos en las virtudes propias; estar separados de lo que es falso, pero sin apartarse de lo cotidiano. Pero, lo más importante, quizá, es que todos tenemos la oportunidad de ser santos a diario, si aprendemos a vivir la vida de todos los días con la vista puesta en la finalidad de la superación personal y colectiva.