Un aroma del paraíso en la Parashá Vaierá
«El Eterno se apareció a Avraham en el encinar de Mamre, cuando él estaba sentado en la entrada de la tienda, en el pleno calor del día.»
(Bereshit / Génesis 18:1)
Avraham, viejo, cansado y dolorido estaba a la puerta de su hogar, mirando para fuera, a la espera de algún transeúnte al cual convidar con sombra, agua, pan y paz.
Avraham es la personificación del Jesed, la bondad, la misericordia, por su conducta constantemente activa de estar abierto para beneficiar al prójimo desinteresadamente.
A partir de esto, nuestra milenaria y sagrada Tradición nos enseña que la manera de ser amado por Dios, es dedicarse a amar con idónea intensidad al prójimo.
¡Les deseo Shabbat Shalom UMevoraj!
Moré Yehuda Ribco
http://serjudio.com/bereshit/vaiera65b.htm